La cría de foca ártica capturada en el Guadalmedina está débil y se recupera en el Crema

El animal tiene unos cuatro o cinco meses y pesa 28 kilos, casi la mitad de lo que debería

La cría de foca de casco, procedente del Ártico, que fue capturada en la noche de este pasado martes en la orilla del río Guadalmedina, en Málaga capital, se encuentra débil y está siendo sometida a una exploración clínica en el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (Crema).

El animal, un macho de unos cuatro o cinco meses, pesa 28 kilogramos, cuando, sin embargo, a su edad, tenía que alcanzar ya los 40 o 50 kilos. Además, presenta algún trastorno gastrointestinal, según ha informado Juan José Castillo, veterinario del Crema.

Se estima que, procedente de la zona situada entre Irlanda y Escocia, esta foca, que fue avistada por primera vez en la capital malagueña el pasado lunes, habría sido arrastrada hasta el Mediterráneo por las corrientes marinas, pudiendo haber realizado unos 4.000 kilómetros de distancia.

"Las corrientes, junto a que las crías suelen ser muy independientes de los adultos, han debido hacer que el animal terminara por esta zona del Mediterráneo", ha manifestado a Europa Press el veterinario del Crema.

Durante este miércoles la cría de foca de casco ha sido sometida a radiografías, que han revelado que no ha ingerido piedras, y a analíticas de sangre para determinar su estado de salud, según ha precisado Castillo.

Una vez superados los problemas que presente, habrá que conseguir que gane peso. De hecho, se calcula que podrían pasar unos dos meses hasta su completa recuperación, momento en el que los técnicos del Crema se plantearán la mejor manera para reintroducirla en el medio.

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