El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ha asegurado este miércoles que si tras las elecciones catalanas existe una mayoría soberanista pedirá autorización al Gobierno español para celebrar un referéndum de autodeterminación, y si este se opone, buscará "la comprensión de la comunidad internacional".

Además, ha tachado el reparto de la reducción del déficit entre el Estado central y las comunidades autónomas de "injusto, desleal e irreal".

Mas ha valorado así la conferencia celebrada este martes, en la que el Gobierno y las comunidades autónomas acordaron por unanimidad reducir el déficit, cumplir los compromisos adquiridos con Bruselas, y enviar un mensaje de unidad a la Unión Europea y a los mercados con el fin de recuperar la confianza en la economía española.

El presidente catalán ha destacado que en la reunión "nadie me hizo ninguna referencia sobre los procesos que está viviendo Cataluña" y que se ajustó al orden del día porque "se quería dar una imagen de responsabilidad y seriedad ante la UE, la zona euro y los mercados", ya que, a su juicio, cualquier referencia fuera de guión hubiera sido utilizada para acusar a Cataluña de dañar esta imagen.

A preguntas de diversos corresponsales extranjeros sobre qué es lo que hará si España no permite a Cataluña convocar el referéndum de autodeterminación, el presidente de la Generalitat ha apuntado que lo primero que hay que hacer es celebrar las elecciones y ver si hay una mayoría soberanista en el nuevo Parlament y quién es el nuevo presidente.

En todo caso, ha añadido, debe tenerse en cuenta a la hora de hablar de referendos y consultas que "no sólo están las leyes catalanas y españolas, sino también la legislación internacional", y Cataluña, ha subrayado, se reserva la posibilidad "de recurrir a ella con la finalidad de "poder decidir su futuro democráticamente". Mas tampoco ha descartado que Cataluña pueda pedir el amparo de "los tribunales europeos" y, en cualquier caso, ha insistido en que lo que haría si el Estado Español no le permitiera celebrar el referéndum es "contactar" y "buscar la comprensión de la comunidad internacional".

"El rescate será inevitable. Mejor plantearlo sin demora ni dilación. Creo que España tiene posibilidades de salir de la situación, pero necesita ayuda", ha opinado Mas, que sin embargo cree que "pedirlo para que digan que no es quedar mal".

Tras asegurar que intentó liderar el debate sobre el reparto de los déficits públicos, Mas ha afirmado que si las comunidades autónomas deben hacer el mayor esfuerzo, éste debe ejercerse sobre la educación, sanidad y los servicios sociales "poniendo en riesgo las líneas básicas de cohesión".

Sobre el modelo de financiación autonómica, el president ha confesado que se ha querido quedar al margen del debate porque ya que independientemente de la capacidad para crear riqueza y de esfuerzo fical, "todos querrán el mismo dinero. Cataluña debe salir del café para todos y alcanzar un situación diferente y bilateral, aunque no insolidaria", ha señalado.

Preguntado sobre sus promesas electorales para los próximos comicios, Mas ha asegurado que no se presentará prometiendo que no habrá más recortes porque el candidato que prometa eso, "estará engañando. Hemos de ser valientes para no engañar a la gente", ha dicho.

"Tenemos la certeza, determinación y voluntad de que Cataluña podrá pronunciarse sobre su futuro en los próximos cuatro años", ha confiado Mas porque cree que es una economía viable, con capacidad para abrirse al exterior, para atraer turismo e invresión extranjera. "En el horizonte debe estar un Estado propio europeo, dentro del euro y con puentes al Estado español", ha añadido.

Respecto a las palabras pronunciadas por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, en las que relacionaba el sistema educativo de algunas comunidades con el auge del independentismo, Mas ha asegurado que esas declaraciones "confirman que ni entienden ni quieren entender lo que pasa en Cataluña y el señor Wert, de una forma especial".

Para demostrar que Wert se equivoca, el presidente catalán ha afirmado que "en la escuela catalana con inmersión en catalán, que enseña castellano y algún otro idioma extranjero, los alumnos sacan una nota en castellano por encima de la media española".