El nuevo gobierno de la Comunidad de Madrid tomó este viernes posesión de sus cargos. Sin apenas tiempo para asimilar los cambios, el Ejecutivo encabezado por Ignacio González se reunió por primera vez con un tema capital sobre la mesa: la financiación autonómica.

Salvador Victoria, nuevo portavoz regional y hombre de confianza de Ignacio González, coordinará a sus compañeros como vicepresidente al uso, aunque su cargo real sea el de consejero de Presidencia y Justicia. Sin embargo, la pieza clave y la tarea más importante del Gobierno recae en un recién llegado, Enrique Ossorio.

Hasta ahora, Ossorio era vocal asesor en la Agencia Tributaria. En ese puesto, ha formado parte del equipo que calculó las transferencias que el Gobierno de Mariano Rajoy hará a las autonomías en los presupuestos 2013. Según esas cuentas, Madrid recibirá 1.000 millones de euros menos.

Ignacio González le ha encomendado que reduzca el hachazo todo posible o la Comunidad lo pasará realmente mal. Los presupuestos regionales deben estar elaborados antes del mes de noviembre. En ellos ya hay prevista una reducción de 723 millones como consecuencia del plan económico financiero elaborado por la Comunidad como consecuencia de haberse acogido a las ayudas del Estado para poder pagar a sus proveedores, a los que adeudaba hasta el mes de abril 1.080 millones.

En total, el recorte podría llegar a 2.000 millones, según estimaciones del propio Ejecutivo. El pasado mes de junio, Esperanza Aguirre ya se vio obligada a aprobar un recorte presupuestario y una subida de tasas para ahorrar 1.045 millones hasta final de año sobre los 18.000 disponibles para todo el ejercicio. En 2013, el presupuesto estará por debajo de los 16.000 millones de euros. Además, los ingresos vía impuestos se han desplomado por la crisis.

Ossorio se mostró confiado este viernes sobre la misión que tiene por delante. "He hecho diez presupuestos de la Comunidad y este será complejo, pero estoy seguro de que vamos a hacer un presupuesto que sea bueno para todos los madrileños", declaró.

El exconsejero regional de Economía y hoy secretario de Estado de Administraciones Públicas -último superior de Ossorio y que este viernes asistió a su toma de posesión-, Atonio Beteta, no tardó en rebajar las expectativas. "No tengo la menor duda de que será capaz de explicárselo muy bien [el recorte de 1.000 millones en la financiación] a sus colegas del Gobierno de la Comunidad porque los cálculos los hizo él", zanjó Beteta.

Junto a Ossorio juraron el cargo este viernes el resto de consejeros autonómicos.

El nuevo consejero de Presidencia y Justicia Salvador Victoria, se declaró "muy ilusionado" con su nuevo cargo, desde el que se propuso seguir trabajando "por los madrileños más desfavorecidos y por los que más lo necesitan".

Su sustituto al frente del departamento de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel, avanzó su intención de elevar al Consejo de Política Interterritorial de Servicios Sociales la necesidad de "ahormar, definir y consolidar" la Ley de Dependencia.

Salvador Victoria será el hombre fuerte de Ignacio GonzálezEl consejero de Medio Ambiente, Borja Sarasola, señaló que la reforestación del área quemada por el incendio de Valdemaqueda y Robledo de Chavela será "lo primero" que aborde. Anabel Mariño que deja este área para dedicarse a Empleo, Turismo y Cultura, se propuso "coadyuvar" a resolver el problema del empleo" en la Comunidad y potenciar el turismo de naturaleza.

Lucía Figar, que abandona las responsabilidades de Empleo y suma a Educación las de Juventud y Deportes, se marcó como objetivos empujar el deporte escolar y universitario, además de sumar a la candidatura olímpica de Madrid 2020. En Educación, afirmó que seguirá intentando contratar a los mejores profesores para el sistema escolar madrileño.

El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, explicó que su reto a corto plazo será mantener una asistencia sanitaria "de máximo nivel, cercana al ciudadano y de vanguardia" pese a los recortes. En Transportes, Pablo Cavero se marca la misma misión.

Los salientes Percival Manglano y Regina Plañiol, que no han cumplido ni dos años en su cargo, felicitaron a sus compañeros. El Consejo de Gobierno, reunido justo tras la toma de posesión, decidió otorgar a ambos la Gran Cruz de la Orden del 2 de mayo.