Emerge el ‘arterrorismo’ de la mano de 'TheRaf'

  • Rafael Andrés, diseñador barcelonés afincado en Tailandia, triunfa en Bangkok con sus originales revisiones de algunos iconos del arte mundial.
  • "Me gusta mezclar y reinventar las palabras, pero responde a la realidad a la que debería aspirar el arte: tener el mismo impacto que un acto terrorista".
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La obra Napoleoraptor, del artista TheRaf.
La obra Napoleoraptor, del artista TheRaf.
THERAF
La obra Napoleoraptor, del artista TheRaf.

Ahora el protagonista de El grito se horroriza ante el accidente de tráfico que acaba de presenciar. La maja de Goya no posa ni vestida ni desnuda, sino despellejada. La gente al sol de Edward Hopper asiste a una explosión nuclear... ¿Fantasías? ¿Irreverencias?  También realidades.

Así son las actuaciones de Rafael Andrés, TheRaf, un barcelonés que asombra al mundo desde Bangkok con sus propuestas artísticas. Revisiones de clásicos que él califica como arterrorismo.

"Me gusta mezclar y reinventar las palabras –avanza–, pero en este caso responde a la realidad a la que debería aspirar el arte: tener el mismo impacto que un acto terrorista". Cinco años residiendo en Tailandia, ("Por el precio del alquiler de una plaza de parking en Barcelona aquí tienes un apartamento con piscina"), lo tiene claro: "Prefiero ser gracioso que pomposo, creo que un buen chiste es más elocuente que una crítica perfectamente ejecutada".

En 1919 el francés Marcel Duchamps le pintó un bigote y una perilla a La Mona Lisa de Leonardo da Vinci. TheRaf  la presenta con collarín y heridas tras un  roce con el boxeador Mike Tyson. "El proceso de creación es bastante sencillo, pero imprevisible", dice. Su arma creativa es el retoque informático. Y lo ensalza: "Para mí Photoshop es una herramienta de expresión tan natural como el pincel para Picasso. Personalmente no me gusta ensuciarme los dedos con pintura, es terriblemente difícil de extraerla de debajo de las uñas y lo que los puristas piensen me la trae floja. Todavía hay gente que no acepta la fotografía digital, y el cine fue considerado en sus inicios una curiosidad. Lo importante es lo que haces, no cómo lo haces".

Generación saturada

TheRaf, por sus mutaciones icónicas, recuerda a gente como Banksy. "Supongo que somos hijos de una generación audiovisual hipersaturada con las iconografías de la sociedad de consumo. No es sorprendente que dos personas entre seis mil millones, seguro que son más, perciban las contradicciones e ironías y hallen en la transgresión de su propio lenguaje la forma de expresarlas", indica.

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