La compañía Motorola Mobility ha presentado en Londres el nuevo Motorola RAZRi con Intel Inside, un smartphone con pantalla Super AMOLED de 4,3 pulgadas, procesador Intel Atom de 2 GHz y batería de 2.000 mAh (miliamperio-hora) de larga duración.
El nuevo smartphone de Motorola incorpora una cámara de 8 megapíxeles con modo multidisparo y sensor luminoso en la parte de atrás. RAZRi utiliza el sistema operativo Android 4.0, Ice Cream Sandwich (actualizable a Jelly Bean), e incorpora la aplicación Voice Actions para Android que permite escribir, obtener direcciones o hacer llamadas por voz.
El nuevo Motorola RAZRi también cuenta con el protocolo de intercambio de datos NFC, compatible con los teléfonos que lleven integrado el sistema de intercambio Android Beam. El smartphone tiene un diseñado similar al de los demás teléfonos de la línea RAZR y presume de pantalla a prueba de golpes gracias al material Corning Gorilla Glass. Además, la parte posterior del terminal está protegida con una capa impermeable a prueba de líquidos.
Además, el nuevo smartphone incorpora la tecnología Smartaction de Motorola, que permite configurar el teléfono en modo de ahorro de batería o silenciar el móvil de forma automática.
Motorola RAZRi estará disponible a principios de octubre en color negro para determinados países de Europa y Latinoamérica, entre los que ya se han anunciado Reino Unido, Francia, Alemania, Argentina, Brasil y México. La versión en color blanco llegará más adelante. La compañía todavía no ha anunciado el precio ni la disponibilidad para España del nuevo teléfono.
Con este teléfono, Motorola espera iniciar un camino de recuperación de un momento bastante complicado, una etapa en la que Google ha decidido cerrar la filial española de Motorola (integrada por unos 50 empleados) debido al deterioro de la economía española y las desfavorables perspectivas de consumo interior, que afectarán al mercado de dispositivos móviles.
La compañía de búsquedas y servicios en Internet, que adquirió Motorola el pasado mes de mayo en el marco de su política de diversificación de negocio, centrará su estrategia europea en sus tres principales mercados por volumen de facturación (Alemania, Reino Unido y Francia), obviando el aumento de cuota que el fabricante de teléfonos móviles estaba logrando en el mercado español, que supera en la actualidad el 3%.
El repliegue de sus posiciones en Europa implicará también la salida de la compañía de otros mercados de la periferia del euro, como Grecia, Italia o Portugal, pero también de países como Polonia, República Checa o Escandinavia.
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