Se le había considerado hasta ahora una víctima accidental. Pero Sylvain Mollier, el ciclista francés de 45 años asesinado junto a la familia del ingeniero anglo-iraquí Saad Al Hilli en la localidad de Chevaline, un paraje de los Alpes Franceses, podría ser el objetivo de la matanza.

Según publica este lunes el diario británico Daily Mail, la investigación policial está estudiando la posibilidad de que Mollier, enterrado este domingo en una ceremonia íntima, fuera la "diana" del crimen.

La policía francesa considera, según el rotativo británico, que Mollier, que trabajaba en la metalurgia de circonio para los contenedores de combustible nuclear, podría haber llevado "una doble vida". "Estamos hablando de alguien del que todo el mundo dice que era un caballero pero, ¿quién dice que no llevó una doble vida?", se preguntaba Benedict Vinnemann, líder de la investigación francesa.

Mollier, padre de dos adolescentes y vecino de la zona donde tuvo lugar el tiroteo, se encontraba de baja por paternidad después de que su segunda esposa diera a luz en junio.

Hasta ahora, el fiscal del caso había señalado que el francés "estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado" y que podía haber presenciado el crimen y haber alertado a la Policía de lo sucedido.

La investigación había señalado, como principal hipótesis, al hermano de Al Hilli, que al poco de conocerse el suceso, había declarado a medios de comunicación del Reino Unido que su hermano y él se encontraban enfrentados por la herencia de su padre.

Hace casi dos semanas, alguien acribilló a balazos el BMW en el que viajaba Al Hilli, de 50 años, junto a su mujer, Iqbal, sus hijas y una mujer de nacionalidad sueca, de 77 años, que, según los investigadores, sería la abuela materna de las niñas.

Junto a la escena del crimen, los investigadores hallaron el cadáver de Mollier, que según las primeras hipótesis, supuestamente pasaba por allí cuando tuvo lugar el tiroteo.