Con 18 años, recién llegada de Suiza, comencé a ayudar a mi padre a gestionar su ganadería desde Madrid para tener mi dinerillo», asegura la ex mujer de Manuel Díaz El Cordobés. «Al mismo tiempo, seguía estudiando en Madrid. Mi padre no me daba mucho dinero para que yo aprendiera a valorarlo. Después de casarme, invertí todos mis ahorros y además me hipotequé para montar la franquicia de Ángel Schlesser. Siempre he sido independiente y autosuficiente, me da más satisfacción; eso sí, trabajo mucho, muchísimo, pero por devoción. Por eso también he sacado adelante mi propia empresa de moda, porque me ilusiona y hasta me enloquece».Bio