El transporte público es uno de los servicios que más se está deteriorando por la crisis,  para desesperación de sus miles de usuarios.

En este sentido, la Empresa Municipal de Transportes  (EMT) ha reducido considerablemente en los últimos años tanto sus líneas como los buses que las conforman.

Así, la primera en caer fue la 5B, que recorría el centro histórico con unos microbuses. Con la excusa de las obras de la línea T2 de Metrovalencia junto al Mercado Central, la empresa la suspendió, en teoría, temporalmente. Sin embargo, no volverá a ver la luz.

Tras eliminar esta línea, la empresa redujo su servicio un 25% en un total de 22 líneas entre los años 2010 y 2011, según denunciaron en su día los sindicatos UGT y CC OO.

Este verano se produjo otro gran recorte con la eliminación de las líneas 21 y 22 de playas, después de incrementar las tarifas un 15% desde el pasado 1 de enero.

Casi al mismo tiempo, los vecinos de Alboraya dejaron de ver entrar a su casco urbano los buses de la línea 70. Y es que la EMT anunció que los municipios que se beneficiasen del servicio de buses que financia el Ayuntamiento de Valencia y, por tanto, sus vecinos, tendrían que aportar parte del coste de esas líneas. En total, 699.000 euros, algo inasumible para estos pueblos.

Las localidades afectadas en este sentido son, además de la mencionada, Vinalesa y Mislata. A este último municipio dejaron de entrar desde el lunes pasado los buses de la línea 29. Y salvo acuerdo de última hora que parece complicado, a partir del 17 de septiembre la línea 7 también dejará de entrar en la localidad. Lo mismo sucederá en Alboraya con la 31, que entra en la Patacona. Además, ese mismo día está previsto que la 36 desaparezca. A cambio, se prolongará la 16 de Tavernes Blanques a Cases de Bàrcena. Vinalesa dispondrá de un autobús metropolitano de Metrobús que conectará con la EMT en esta pedanía y con el metro de Almàssera.

Los vecinos de fuera pagarán más

Los alcaldes de Vinalesa, Alboraya y Mislata denunciaron ayer que con la eliminación de líneas de la EMT los  vecinos de sus localidades pagarán el doble. En el caso de Vinalesa, por ejemplo, abonarán el billete del bus amarillo y luego el del transbordo. Por eso,  piden que se mantengan las líneas de la EMT y se creen zonas con billetes algo más caros para los usuarios de fuera de Valencia.

Los usuarios opinan

Juan Robles, 47 años. Metalúrgico. «Yo solía coger la línea 29 porque vengo todos los días a Mislata y el metro no me combina bien. Si encima ahora quitan la 7, no sé cómo me las voy a ingeniar. Es lamentable que cada vez paguemos más por todo y en cambio los servicios no dejan de empeorar»

Agustina Martínez, 35 años. Parada. «Me parece fatal que eliminen la línea 29. Muchos jóvenes la cogían para ir a las universidades y también muchos mayores para ir a la antigua Fe a hacerse tratamientos de diálisis. Ahora no sé cómo se apañarán. Es una vergüenza. Cada vez hay más paro y menos servicios».

Manuel Gómez, 54 años. Enterrador. «Vivo en Mislata y hasta ahora cogía la línea 29 para ir a trabajar. Ahora me tendré que apañar con el metro, aunque me deja mucho más retirado del trabajo. Todo lo que sean recortes en servicios básicos me parece mal, hay que recortar en otras partidas que no afecten tanto a la gente de a pie».