El patrón del 'Nuevo Pepita Aurora' espera que el juicio se celebre "cuanto antes" para acabar con su "calvario"

La defensa de J.V.C., patrón del pesquero de Barbate (Cádiz) 'Nuevo Pepita Aurora' y único imputado en la causa abierta por el hundimiento del mismo el 5 de septiembre de 2007, asegura que su cliente espera que el juicio se celebre "cuanto antes" para acabar con el "calvario" que está sufriendo, ya que psicológicamente está "destrozado".

La defensa de J.V.C., patrón del pesquero de Barbate (Cádiz) 'Nuevo Pepita Aurora' y único imputado en la causa abierta por el hundimiento del mismo el 5 de septiembre de 2007, asegura que su cliente espera que el juicio se celebre "cuanto antes" para acabar con el "calvario" que está sufriendo, ya que psicológicamente está "destrozado".

En declaraciones a Europa Press, el letrado ha apuntado que el juicio sigue sin fecha y espera que el mismo pueda celebrarse a lo largo del próximo año 2013 porque, tal y como asegura, "cuanto antes mejor". En este sentido, ha precisado que aún están pendientes de recurrir el auto del juzgado encargado de la instrucción, el número tres de Algeciras (Cádiz), al entender que no es responsable de los hechos que se le imputan.

Sin percibir nada económicamente, sin trabajo y con sus bienes embargados, el patrón del 'Nuevo Pepita Aurora' se encuentra "muy mal" psicológicamente, por eso, desea poder demostrar su inocencia cuanto antes, según reitera su abogado.

Por su parte, y como en años anteriores, los familiares de los marineros fallecidos acudirán en la tarde de este miércoles a una misa en la localidad gaditana para recordar a los que fallecieron hace ahora cinco años, al tiempo que depositarán un ramo de flores en el monumento a los marineros desaparecidos ubicado en el municipio gaditano.

Trágico aniversario

El día 5 de septiembre de 2007 el pesquero barbateño 'Nuevo Pepita Aurora' naufragó cuando regresaba de faenar en aguas de Larache (Marruecos) con una tripulación de 16 personas. Ese mismo día se activó un dispositivo de salvamento que logró rescatar del mar a ocho supervivientes y tres cadáveres. Cinco marineros permanecían desaparecidos.

Un día después del naufragio, el pecio permanecía a 14,5 millas al sureste de Barbate, boca abajo y con la quilla visible sobre la superficie. Justo esa jornada, miles de personas asistían en el Polideportivo Municipal de la localidad barbateña a los funerales de los tres fallecidos.

El día 7 de septiembre de 2007, Salvamento Marítimo analizaba la situación del barco, que se hundió el día anterior a tres millas de la costa mientras era remolcado. Un día más tarde, un centenar de pescadores de las cofradías de Cádiz y Barbate se sumaban al dispositivo de búsqueda.

Los tres robot contratados por Fomento para inspeccionar la situación del barco —situado a 137 metros de profundidad a 2,5 millas al sur de Punta Camarinal, en Tarifa— localizaron el cadáver de un marinero en el cuarto de baño del pecio. El entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, dio personalmente la noticia a los familiares, justo cuando se cumplía el tercer día de luto oficial decretado por el Ayuntamiento.

El día 15 de septiembre, el pueblo de Barbate se echó a la calle en una manifestación silenciosa —a la que acudieron más de 4.000 personas según la Policía Local— tras una pancarta que rezaba el lema 'Rescate del Nuevo Pepita Aurora, ¡Solución ya!' y carteles con frases como 'Queremos a nuestros marineros' y 'Menos política y más resultados'.

Dos días más tarde, los robots contratados por Fomento consiguieron enganchar un cable en el pesquero con el fin de izarlo y trasladarlo a aguas menos profundas e inspeccionar su interior. Un día después, el 18 de septiembre, conseguían trasladarlo a 29 metros de profundidad a 0,8 millas al sur de Punta San García, en Algeciras.

A la una de la madrugada del día 19 era recuperado el cadáver de uno de los marineros del interior del pecio. Horas más tarde, a las 7,30 horas, se recuperaba un segundo cuerpo. Ambos fueron trasladados al puerto de Barbate para su identificación y posterior inhumación.

Los buzos permanecieron varias jornadas buscando, sin éxito, los otros tres desaparecidos. A última hora del día 21 se dio por finalizado el dispositivo de búsqueda, 16 días después del siniestro.

Un equipo de buzos voluntarios obtuvo meses más tarde autorización de la Capitanía Marítima para revisar los alrededores del pecio, encontrando ropa y materiales de los marineros desaparecidos. Los buzos destacaron la necesidad de investigar "en el interior" del pesquero.

La Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos remitió a la Fiscalía su informe del accidente, concluyendo que el pesquero llevaba más peso del permitido en redes y los salientes de agua de cubiertas cerrados. Por ello decidió llamar a declarar, en calidad de imputado, al patrón del barco, cuya defensa también viene reclamando que el pesquero sea reflotado, si bien tendría que hacerse cargo de los costes al no haberlo solicitado la Fiscalía.

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