El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha indemnizado con un importe de 121.158 euros a una paciente de 64 años de Málaga al estimar parcialmente la reclamación que presentó por las secuelas de ablación que sufrió uno de sus globos oculares, perjuicio estético, trastorno depresivo reactivo, los 256 días impeditivos que estuvo —10 días de ellos hospitalarios—, y atendiendo al factor de corrección por perjuicios económicos y a una indemnización por incapacidad permanente total.

El abogado de la Asociación del Defensor del Paciente en Málaga, Damián Vázquez, quien ha defendido los intereses de la perjudicada, ha explicado al efecto que la paciente ha mostrado su "satisfacción" por la aceptación de su reclamación, "ya que le dan la razón y reconocen la negligencia médica cometida por el retraso en la adecuada valoración del caso, lo que supuso finalmente la evisceración o pérdida de un ojo".

En dicha reclamación se hace constar que con fecha 26 de marzo de 2007, la perjudicada visitó a su médico de cabecera al notar una deficiente visión en su ojo izquierdo (moscas volantes) y algunas molestias, solicitándole una cita con el Oftalmólogo.

Dado que continuaba con las molestias, decidió acudir a su óptico de confianza quien, tras una exploración y medición de la tensión ocular le hace saber que tiene el nervio óptico inflamado y la tensión del ojo alta. Ya el día 25 de abril de ese año, la paciente acudió a su cita con el oftalmólogo en el ambulatorio San José Obrero de Málaga, el cual tras una exploración superficial no le detectó ningún daño en su OI, recetándole tan solo unas gotas que deberá ponerse antes de la próxima cita, siendo un diagnostico incorrecto.

Sin embargo continuaba perdiendo visión progresivamente y comenzó a sufrir pinchazos y dolor en su ojo, por lo que acudió a Urgencias del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, donde tras exploración le diagnostican Desprendimiento de Retina en OI, siendo ingresada en dicho hospital en fecha de 10 de junio de ese año, intervenida el día 11 de junio y enviada a su domicilio.

Al día siguiente presenta mayor inflamación y dolor en dicho ojo por lo que decide acudir a Urgencias el día 13-06-07, donde le prescriben continuar con el mismo tratamiento del postoperatorio.

Durante las siguientes semanas las molestias en el OI no cesaron, sino todo lo contrario, presentando además secreciones, pinchazos y enrojecimiento de dicho ojo, por lo que debe acudir a Urgencias en dos ocasiones mas durante el mes de julio de 2007, siéndole diagnosticada de una conjuntivitis bacteriana.

Dado que los tratamientos prescritos no dieron ningún resultado positivo, la paciente fue de nuevo intervenida con un diagnóstico de "desprendimiento de retina con vítreo retinopatía proliferativa grado D en OI, presentando un desgarro de unos 270º".

Se le intervimo quirúrgicamente bajo anestesia general y se le realiza una vitrectomia posterior a tres vías, y lensectomía, dándole el alta hospitalaria el día 1 de agosto de ese mismo año. A la vista de dicho diagnostico, "queda acreditado que la paciente a su ingreso padecía un grave desprendimiento de retina con un desgarro de unos 270º, la misma dolencia de la que ya fue operada en el mes de junio y cuya intervención resultó por tanto ineficaz, no comprendiendo cómo no fue informada de ello durante todo el postoperatorio, con sucesivas visitas a Urgencias, indicando los facultativos que todo era normal y que solo tenía una infección que remitiría con tratamiento antibiótico".

Los inspectores médicos del SAS reconocen y acreditan en sus conclusiones la reclamación presentada por la asociación del Defensor del Paciente, al entender que en la asistencia sanitaria prestada a la paciente "se ha producido un retraso en la valoración, estudio y tratamiento subsecuente de la patología ocular presentada por la paciente, influyendo este hecho en la evolución y pronóstico visual final de la misma", según informa esta asociación.