Los duques de Palma han abandonado definitivamente su vida en Washington y comienzan tras los vaivenes del verano su nueva vida, con la que quieren proyectar una imagen de austeridad y adecuar su ritmo de gasto a su nueva situación económica.

En primer lugar, la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin han abandonado su palacete en el exclusivo barrio de Pedralbes, en Barcelona, ciudad donde quieren instalarse, pero ahora en una casa más modesta y en régimen de alquiler. De hecho, es lo que quieren hacer con la casa de Pedralbes, que compraron y reformaron por un valor cercano a los seis millones de euros en 2003.

Los duques de Palma no pueden vender la propiedad, sobre la que aún pesa una hipoteca, pues consta como sede de una de las empresas relacionadas con el caso Nóos, por el que Urdangarín está imputado. De hecho, la pareja necesita un permiso judicial especial para alquilar la propiedad, de unos 1.000 metros cuadrados de vivienda y 700 metros cuadrados de jardín y zonas deportivas.

Ahora, matrimonio busca casa para si mismo y para sus cuatro hijos. La nueva vivienda será mucho más discreta que la anterior y quizá la familia abandone el barrio de Pedralbes para recalar en alguna casa unifamiliar en el barrio residencial de Sant Cugat. En cualquier caso, una empresa de mudanzas se encuentra ya vaciando el domicilio de Pedralbes.

Mientras tanto, los hijos de la pareja han vuelto ya al Liceo Francés de Barcelona, donde estudiarán, tras pasar unos días separados apurando las vacaciones en casa de diversos amigos y familiares de los duques, a los que se les ha visto saliendo del que fuera su domicilio en un viejo coche Volkswagen, en lugar de los coches de lujo que suelen usar.

El motivo principal de todos estos cambios son la imputación de Iñaki Urdangarin en el caso Nóos y en el hecho de que éste haya tenido que dejar su empleo en Telefónica, mediante una excedencia de un año, por el que cobraba 1,5 millones de euros al año. Por su parte, la infanta Cristina ya se ha reincorporado en Barcelona a su trabajo en la Fundación La Caixa.