Consiguen remediar en ratones la pérdida congénita del olfato

  • Científicos de EE UU lo han logrado en ratones gracias a una terapia genética.
  • Restauraron los niveles de una proteína para que los cilios de las neuronas sensoriales olfativas recuperasen la capacidad de oler.
  • La anosmia es la pérdida del sentido del olfato.
Quitarse los pelos de la nariz puede ser más peligroso de lo que parece.
Quitarse los pelos de la nariz puede ser más peligroso de lo que parece.
CarbonNYC
Quitarse los pelos de la nariz puede ser más peligroso de lo que parece.

La anosmia es la pérdida del sentido del olfato. Algunas personas pueden ser anósmicas de cierto olor en particular, es lo que se llama anosmia específica, que puede tener un origen genético. La anosmia causada por daño al cerebro no puede ser curada, pero sí la causada por cambios inflamatorios de la mucosa.

Tampoco la anosmia congénita tenía tratamiento hasta ahora, que científicos norteamericanos han restaurado el sentido del olfato en un modelo de ratón. El estudio de los Institutos Nacionales de Salud (EE UU) lo ha logrado utilizando terapia génica para conseguir que los cilios, que son las estructuras celulares esenciales para la función olfativa, vuelvan a crecer.

La disfunción olfativa puede ser uno de los síntomas de una clase recién reconocida de trastornos genéticos, conocidos como ciliopatías, que incluyen enfermedades tan diversas como la poliquistosis renal (quistes en los riñones) y la retinitis pigmentosa (una enfermedad ocular hereditaria que causa un deterioro grave de la visión, y ceguera).

Los trastornos son causados por defectos en los cilios, proyecciones de las células en forma de antena que las ayudan a percibir su entorno. Los científicos creen que casi todas las células del cuerpo tienen la capacidad de producir uno o más cilios.

En el sistema olfativo, múltiples cilios se proyectan desde las neuronas sensoriales olfativas, células sensoriales que se encuentran en el epitelio olfativo, en lo alto de la cavidad de la nariz. Los receptores que detectan un olor se localizan en los cilios, por lo que una pérdida de los mismos elimina la capacidad de oler.

Un gen con las proteínas perdidas al nacer

El enfermo de anosmia por causa genética sufre una disminución de la proteína IFT88, lo que conduce a una reducción dramática de la función ciliar en varios sistemas de órganos diferentes, incluyendo el sistema olfativo.

Los investigadores –cuyo estudio publica la revista Nature Medicine– utilizaron en ratones un adenovirus para introducir una copia sana del gen en los ratones, con el fin de restaurar los niveles de proteína IFT88. Los expertos querían averiguar si la reintroducción de las proteínas perdidas podría restaurar los cilios de las neuronas sensoriales olfativas y devolver la capacidad de oler.

Al restaurar la proteína en las neuronas olfativas, se dota a la célula de la capacidad de desarrollar y ampliar los cilios, lo que la neurona olfativa necesita para detectar olores.

Estudios futuros podrían comenzar a trazar un camino para que esta táctica terapéutica se use en voluntarios humanos con anosmia, que podrían llegar a recuperar el sentido del olfato y mejorar así su calidad de vida.

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