Un total de 104 agentes de la Policía Foral reforzarán la vigilancia de las carreteras navarras con motivo de la operación salida-retorno de este fin de semana, la última de este verano.

Con el objetivo de reducir la siniestralidad vial, la Policía Foral intensificará su presencia tanto en autopistas, autovías y principales carreteras, como en las salidas a los lugares de ocio habituales.

Los agentes, pertenecientes al Área de Tráfico y Seguridad Vial de las comisarías de Pamplona y Tudela, también realizarán controles de velocidad con radar y efectuarán pruebas de alcoholemia a aquellos conductores que circulen con exceso de velocidad.