Un avión de la compañía Vueling que hacía la ruta Málaga-Amsterdam aterrizó este miércoles en el aeropuerto holandés de Schipol escoltado por dos cazas F-16, enviados por el Gobierno local, ante la posiblidad de que hubiera sufrido un secuestro, según informó en un primer momento la televisión pública NOS.

Tras varios minutos de confusión, la compañía propietaria de la aeronave desmentía el supuesto rapto del vuelo VY8366, que transportaba 183 pasajeros, y atribuyó a "una pérdida de comunicación puntual entre el avión y la torre de control" el malentendido, tras el que "se activó el protocolo de seguridad de Ámsterdam" y el aparato tuvo que tomar tierra en la capital holandesa.

Según un portavoz de la aerolínea, cuando el avión realizaba la maniobra de aproximación al aeropuerto de Amsterdam surgió un "problema de comunicaciones" con la torre de control que hizo que el contacto entre el aparato y la torre "fallara intermitentemente". La torre de control "ha interpretado entonces que existía un problema de seguridad" y ha activado el protocolo previsto para estos casos, explicó.

La oficina del Coordinador Nacional para la Lucha contra el Terrorismo y Seguridad ha explicado, por su parte, a los medios de comunicación holandeses que "debido a la pérdida de contacto por radio con la aeronave, hemos acompañado por precaución el avión con dos F-16 hasta (el aeropuerto de) Schiphol. El asunto está ahora en manos de la Policía militar".

La policía holandesa, que accedió al interior de la aeronave cuando ya estaba en tierra, confirmaba poco después que la situación era normal y no existía secuestro alguno. Por otro lado, según relató una mujer que se encontraba a bordo del avión a la emisora pública Radio 1, la situación en el interior del aparato era "relajada" tras el aterrizaje.

Otra pasajero citado por una emisora de radio señaló que lo único anormal que se vivió es que el avión sobrevoló en círculos el mar durante un tiempo antes de aterrizar. El vuelo tenía previsto originalmente su aterrizaje para las 13.35 hora local (11.35 h GMT).

El Ministerio de Defensa holandés envió a dos cazas a escoltar a la aeronave tras activar la alerta de secuestro. Este procedimiento se pone en marcha en el caso de que un avión comercial pierda las comunicaciones con la torre de control; en el aeropuerto internacional de Schiphol se había preparado un dispositivo de emergencia para atender posibles necesidades.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, canceló en un primer momento su agenda de actos electorales para regresar a La Haya, pero finalmente la retomó al recibir las últimas noticias, según la televisión pública.

La compañía Vueling ya vivió un episodio parecido hace un año, esta vez en Francia aunque en la misma ruta Málaga-Amsterdam. En aquella ocasión fueron aviones del ejército francés los que custodiaron en pleno vuelo a la aeronave cuando el piloto perdió el contacto con la torre de control de París.