El padre de Iván Ruiz Lucena, el joven asesinado en Madrid en 2007 por un hombre que estaba incumpliendo una orden judicial de tratamiento externo, ha dicho este lunes que seguirá luchando para que lo que pasó a su hijo no vuelva a ocurrir. "No quiero que nadie más pase por el dolor de perder a un hijo de manera tan injusta", ha señalado Carlos Ruiz.

Así se ha pronunciado en declaraciones a Europa Press, tras trascender la sentencia de la Audiencia Nacional que ha reconocido que el asesino, Jesús B.B. incumplía en el momento del asesinato una sentencia judicial previa que le obligaba a someterse a tratamiento externo, condición indispensable para su libertad condicionada. En ese periodo incluso cometió más delitos.

La familia del fallecido demandó al Ministerio de Justicia al considerarle responsable de que nadie hubiese velado porque cumpliera con la medida. Sin embargo, la Audiencia Nacional, aunque reconoció ese "anormal" funcionamiento de la Justicia al no cumplirse el tratamiento externo, entendió que nadie puede garantizar que el crimen no se cometiese si Jesús B.B. hubiese estado sometido al tratamiento. Así, rechazó indemnizar a la familia.

Pero la familia de Iván Ruiz ha decidido ahora presentar un recurso de casación ante la sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional, para que finalmente el Estado se haga responsable de su "negligencia".

Iván Ruiz, cámara de televisión y empresario, falleció el 9 de noviembre de 2007 a consecuencia de un disparo en la cabeza de Jesús B.B., quien estaba en un garaje de la calle Carmen Montoya de Madrid y abrió fuego contra él por sorpresa. Aunque Iván Ruiz era natural de Madrid, siempre mantuvo unas relaciones muy estrechas con Asturias, donde pasaba temporadas en el municipio de Cangas de Onís.

Según su padre, Carlos Ruiz, el Estado era responsable de tutelar y vigilar a Jesús B.B. para que no cometiera delitos, como los que ocurrieron. "Si el Estado hubiese permanecido vigilante, probablemente su conducta no hubiese acabado en la tragedia que me llevó a perder a mi hijo", alega.

Y añade que en ese intervalo en el que nadie le vigiló, cometió más delitos. Incluso media hora antes de asesinar a Iván Ruiz, intentó matar a otra persona, "pegó a una señora mayor, abrió la cabeza de un hombre , atracó en una peluquería y un bar, y disparó a la cajera, que salió ilesa, además de participar en un secuestro".

"Todos estos hechos y más los cometió en un intervalo en el que no hubo el seguimiento judicial-policial adecuado, desde que lo dejaron en libertad con tratamiento externo hasta que mató a mi hijo disparándole en el cerebro", lamenta Carlos Ruiz.

Negligencia en la vigilancia

Estima que las personas con enfermedades mentales o las que, no teniéndolas, se comportan criminalmente mientras están bajo la responsabilidad del Estado, obligan a la Administración a ser "responsable" de su seguimiento y conducta "especialmente en el caso de un tratamiento ambulatorio externo y de un comportamiento como el que ha desembocado en la pérdida de mi hijo".

En este sentido, señala que el juez puso en su día en libertad al asesino de su hijo con ese tratamiento externo ambulatorio, que suponía que la Administración era "responsable" de su conducta. Pero Jesús B. B. ni siquiera se presentó en el ambulatorio o centro médico durante ese tiempo.

"La Administración de Justicia debe asumir su responsabilidad, puesto que la negligencia en la vigilancia del delincuente ha desembocado en la pérdida de una vida. Y hoy ha sido la vida de mi hijo, pero mañana puede ser la de otro", ha concluido.