La Fundación Gypaetus ha hallado el cuerpo sin vida de un quebrantahuesos en la Sierra de Castril (Granada). El ejemplar, llamado Tranco, fue liberado en 2010 en la jiennense Sierra de Segura y murió en julio del año pasado, aunque sus restos han sido encontrados recientemente.

Según la información consultada por Europa Press en la página web de la fundación, el emisor GPS del animal comenzó a dar localizaciones interrumpidas y poco fiables generando sospechas entre el equipo de seguimiento que realizó a lo largo del último año una serie de búsquedas dirigidas sin encontrar rastros del ave ni del emisor. En este tiempo, además, el avistamiento de un ejemplar de similar apariencia en la provincia de Albacete "devolvió la esperanza" sobre su pervivencia.

Sin embargo, a finales del pasado mes de julio nuevas señales del emisor, esta vez más precisas, originaron una nueva búsqueda que ha concluido encontrando los restos del ave y del emisor en un área muy escarpada de la Sierra de Castril. Las causas de la muerte se desconocen y el cadáver ha sido enviado para su análisis al Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre de Andalucía, donde deberá determinarse.

La zona en la que técnicos de Gypaetus descubrieron a Tranco es la misma en la que murieron envenenados otros dos quebrantahuesos en la primavera del año pasado, lo que llevó a la puesta en marcha del ambicioso plan 'Refuerzo de actuaciones para la erradicación del uso del veneno en el Parque Natural de la Sierra de Castril y en las vecinas sierras de La Cabrilla y del Pozo (PN Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas)' con la participación, bajo la coordinación de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, de la estrategia Andaluza para la erradicación del uso ilegal de cebos envenenados, agentes de Medio Ambiente, Seprona, Ayuntamiento de Castril y sus cazadores y ganaderos y la propia Fundación.