Nueva Ducati Monster 796 GP Replica, la italiana de los 90 se equilibra y se llena de color

  • La Monster se ha consagrado como uno de los grandes iconos de las dos ruedas desde que apareció a mediados de los 90.
  • Su condición de 'naked' permite dar gran protagonismo al precioso chasis de tubos de acero de color rojo.
  • Esta moto noventera renovada para los más exigentes cuesta 9.800 euros.
Pese a su precio relativamente elevado en comparación con los de la competencia, es igual de cierto que sigue siendo una de las Ducati más económicas que hay.
Pese a su precio relativamente elevado en comparación con los de la competencia, es igual de cierto que sigue siendo una de las Ducati más económicas que hay.
DUCATI
Pese a su precio relativamente elevado en comparación con los de la competencia, es igual de cierto que sigue siendo una de las Ducati más económicas que hay.

En algunas cosas los italianos no tienen rival, como por ejemplo a la hora de diseñar motos originales. La Ducati Monster es un claro ejemplo y uno de los más míticos, pero hay quienes no tienen suficiente con lucir moto bonita y quieren algo más. Ante este tipo de demandas que buscan una mayor distinción, Ducati puso en marcha el Monster Art.

De este modo, las combinaciones de color ofrecidas son casi infinitas, aunque solo dos se hacen llamar GP Replica porque lucen motivos de los dos pilotos oficiales de la marca, Valentino Rossi y Nicky Hayden. La diferencia de precio respecto a la versión estándar es de unos 400 euros.

Igual que la 696, esta versión con un poco más de cilindrada la podemos englobar tanto en esa categoría de pequeñas naked como son la Yamaha XJ 6, la Suzuki Gladius o la Kawa ER-6 N, como en la de modelos con mayores pretensiones como la FZ 8, la GSR 750, la Z 750 o la F 800 R, por citar algunas.

Más cara que las de su especie

En ciertas cosas está más cerca de las primeras y en otras de las segundas, y este es uno de sus grandes poderes de atracción. Donde cojea un poco es en el precio, pues los 9.800 euros que hay que desembolsar para esta versión GP Replica de la Monster 796 están bastante por encima de lo que se paga por los modelos equivalentes de otras marcas.

Aun así está claro que Ducati acertó plenamente renovando de arriba abajo su tesoro más preciado, pues la Monster se ha consagrado como uno de los grandes iconos de las dos ruedas desde que apareció a mediados de los 90.

Muchos cosas han pasado desde entonces, pero el hecho que la 696 se afianzara rápidamente en lo más alto de las listas de ventas fue prueba suficiente que la renovación había sido un éxito rotundo.

La 796 no hizo más que aprovecharse de un motor más grande y sofisticado al tiempo que se beneficiaba de un nivel de equipamiento superior. El resultado es una moto muy válida para todos los días de la semana independientemente del uso que se le dé.

El sello de la casa

Uno de los puntos fuertes de una moto como la Monster 796, así como de muchas otras Ducati, es el apartado estético. En este caso, su condición de naked permite dar gran protagonismo al precioso chasis de tubos de acero de color rojo, que acapara casi toda la atención en la zona delantera.

Por supuesto que también se hacen notar los detalles decorativos de esta GP Replica Valentino Rossi, especialmente su querido número 46 a ambos lados del depósito, naturalmente en color amarillo. En esta línea tampoco debemos pasar por alto el gracioso dibujo que encontramos en la pequeña cúpula frontal que caricaturiza al piloto italiano, popularmente conocido por todos nosotros como 'The Doctor'.

Llantas con personalidad propia

Otro aspecto no menos relevante es el bello diseño de las llantas, aunque donde realmente puede lucirse es por el costado derecho de la rueda trasera ya que queda libre gracias al basculante monobrazo, un punto donde se distingue de la 696 y que comparte con las otras Ducati.

Las llantas, además, montan un ribete rojo que ocupa únicamente una quinta parte de su superficie y por eso mismo ofrecen un bonito efecto cuando las ruedas están en movimiento. Como es habitual en todas las Ducati, este modelo monta de origen unas Pirelli, que en este caso son unas Diablo Rosso II con un comportamiento a todas luces excepcional.

En un claro segundo plano quedan las horquillas Sachs de 43 milímetros, las pinzas de freno Brembo con anclaje radial, y las dos pequeñas entradas de aire estratégicamente colocadas en el depósito para poder estirar un poco más el margen de giro del manillar. Otras piezas pasan aún más desapercibidas, como el amortiguador trasero, que casi ni se ve, o el subchasis en aluminio, de un discreto color negro.

Sea como sea, la estética de una cualquier Monster tiene algo que nos encandila, y en este caso ese algo viene complementado con un poco más de colorido. Y no precisamente discreto...

Garantía Desmodue

¿Cuál es la cilindrada perfecta para una moto? ¿Y para una Monster? La respuesta no es, en absoluto, sencilla, y depende de los gustos y necesidades de cada uno. De todas maneras, en caso de poder circular en Monster día sí y día también y por todo tipo de escenarios, la gran candidata sería, seguramente, la 796.

Porque si bien sus prestaciones no son las de la 1100 Evo, el motor Desmodue de 803 cm3 refrigerado por aire, testado previamente en la Hypermotard 796, es siempre fácil y tremendamente divertido de exprimir gracias a sus 87 caballos y 78 Nm de fuerza.

El hecho de ser la cilindrada puente entre la 696 y la 1100 Evo hace que comparta con ambas algunos de sus puntos fuertes. En ciudad no intimida y nos da cierta libertad con el gas, consume muy poco y tiene un tacto y sonido que enamoran.

Hasta aquí sigue una línea muy parecida a la de su hermana pequeña. Ahora bien, el pequeño aumento de cilindrada, caballos y par hacen de él un motor claramente más rebelde.

Cierto que la autopista no es el territorio predilecto de las Monster y esta tampoco es una excepción, pero su elasticidad y capacidad de estirar la convierten en igual de válida a la hora de hacer kilómetros en línea recta. Claro que en ningún lugar como en las curvas gozaremos de su sonido ronco de admisión al abrir gas y del petardeo de sus escapes al cerrarlo. Imposible no sentirse a gusto en su compañía.

Más datos

Estructuralmente sigue a raja tabla las pautas de la marca, es decir, que hablamos de dos cilindros en L con dos válvulas desmodrómicas (y no de muelles) en cada cilindro. Además de por su cilindrada, se distingue del motor de la 696 por los cárteres de diseño más novedoso y por ciertas soluciones tecnológicas que en su momento heredó de la 848, como el cigüeñal con un volante de inercia de peso muy contenido.

De hecho, este motor pesa 1,2 kilos menos que el de la 696 y el período entre las revisiones se alarga hasta los doce mil. Desde un punto de vista estético se distingue del motor pequeño básicamente por las tapas de color negro carbono.

Un mundo aparte

Las Monster son Monster por varios motivos. Uno de ellos es por una ergonomía un tanto particular que se caracteriza por invitarte a adelantar mucho el cuerpo, a flexionar las rodillas como en una gran deportiva y a tener los brazos bastante abiertos.

Aunque al principio se hace algo rara y con los kilómetros se te carga un poco la zona de la entrepierna, sobre todo en un uso urbano, la verdad es que la conducción acaba siendo bastante diferente que con cualquier otra motocicleta.

Además, se trata de una moto muy baja, compacta y ligera (167 en seco) que se mueve con muchísima agilidad en los giros y maniobras, y todos sus componentes son agradables de accionar y ayudan a que las sensaciones a sus mandos sean inmejorables: el freno delantero, por ejemplo, tiene una potencia y un tacto sobresalientes y te transmite muchísima información.

Incluso el trasero es más sensible de lo que cabe esperar y resulta muy útil. En esta misma línea el cambio de marchas es suave, rápido y preciso, y hace muy fáciles de digerir las constantes subidas y bajadas de la palanca en los desplazamientos urbanos menos agradecidos, como en los atascos. En este terreno sólo nos molestarán un poco los retrovisores, que sobresalen bastante.

Darás media vuelta

Una vez en la carretera sorprende lo que pueden dar de sí 87 caballos. La sensación que se te queda tras sacarle un poco de jugo a su motor Desmodue es que, en la mayoría de casos, no hace falta más. Corre lo suyo y, mejor aún, te lo transmite con todo lujo de detalles, tantos que a veces no vamos tan rápido como nos lo parece.

De hecho algunos motores más grandes corren bastante más aunque no te den esa sensación, y eso se debe a que es una moto ligera de verdad que gracias a una parte de ciclo de nivel es también muy intuitiva. Su chasis es muy sensible y las suspensiones hacen un trabajo impecable pese a no ser multirregulables.

Su cilindrada es simplemente idónea para que la ciudad no le venga pequeña y para que la carretera no le venga grande. Así de simple. Es claramente una moto con la que disfrutar sin complicaciones. Tanto lo consigue que a menudo, y tras haber disfrutado de un buen tramo en nuestra carretera favorita, en lugar de seguir con la ruta optemos por dar marcha atrás y repetir.

Cuanto más repitas más la disfrutarás, eso seguro. No en vano, y a diferencia de la 696, esta Monster monta gomas con las medidas deportivas más comunes (120/70 -17 delante y 180/55-17 detrás), lo que es un buen ejemplo de que el potencial de la 796 está un poco por encima del de su hermana pequeña.

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