William S. Burroughs (1914-1997) no solamente dejó como legado una obra literaria amplia, polémica y de inusual validez una vez transcurrida la infalible prueba del tiempo. El escritor politoxicomano fue un hambriento experimentador que quiso gozar de todas las artes y en cada una de ellas dejó huella.

La exposición Cut-ups, Cut-ins, Cut-outs: Die Kunst des William S. Burroughs (Cortado, pegado, deshecho: el arte de William S. Burroughs) demuestra la calidad de esa voracidad creativa y su influencia en varias generaciones de artistas. La muestra está en cartel, hasta el 21 de octubre, en el museo Kuntshalle de Viena (Austria). La entrada cuesta de 6 a 8 euros.

"Está ahí arriba, con el papa". Con esta cita de una de sus grandes admiradoras, la cantante Patti Smith, los organizadores dan entrada al universo multifacético de un creador que con curiosidad y valentía se atrevió a todo y casi todo lo hizo bien: desde escribir novelas experimentales y grabar discos de rap, hasta construir máquinas de sueños.

La exposición, señalan desde el museo, "reúne una colección única del vibrante y experimental cuerpo de trabajo de Burroughs, incluyendo material escrito, sonido, pintura, fotografía, películas y vídeos". La muestra, como anuncia el título, hace hincapié en los trabajos aleatorios y participados por el azar a los que el artista estadounidense era tan aficionado: sobre todo aplicando la técnica de recortes al azar para crear otra obra mediante la reordenación.

En Cut-ups, Cut-ins, Cut-outs hay desde piezas musicales creadas a partir del puro azar hasta lienzos que Burroughs pintó disparando cartuchos de pintura con un rifle —era un apasionado defensor de las armas de fuego y mató a su esposa, accidentalmente, dijo la Justicia, jugando a Guillermo Tell con una pistola—. Quizá las obras más llamativas sean los espectaculares collages accidentales que también realizó desde la intervención de la coincidencia.

La obra artística de Burroughs es "difícil de definir" porque "dejó abiertas muchas formas para entenderla", añaden los responsables de la exposición, que desean enfatizar la gran importancia de los trabajos de collage con cintas de sonido [algunos están alojados en Ubu Web], que tuvieron un "enorme impacto" para señalar "nuevos métodos de componer y escribir" a artistas como los Beatles, Frank Zappa, Lou Reed, David Bowie, Brian Eno, Patti Smith, Laurie Anderson y Sonic Youth, así como en el desarrollo del sampling musical.

William Seward Burroughs, nacido en St. Louis (EE UU), educado en Harvard y la Facultad de Medicina de Viena, formó parte del núcleo fundador del movimiento literario de los beat, aunque siempre mantuvo cierta distancia con sus postulados.

Hostigado por las autoridades y la censura por novelas como Junkie, Confessions of an Unredeemed Drug Addict (Yonqui, confesiones de un drogadicto irredento), publicada bajo seudónimo en 1953, vivió en Marruecos y Londres, mantuvo relaciones fructíferas con los mejores artistas de su tiempo, fue crucial en el nacimiento del punk rock y nunca descreyó de sus postulados anarquistas.