En otro fin de semana caluroso y seco en la mitad sur de la Península, el fuego ha vuelto a quemar el bosque en la Sierra de Gata (Cáceres), donde ha muerto un efectivo de la UME que trabajaba en las tareas de extinción, en las islas canarias de La Gomera y La Palma, y en la de Mallorca.

La noche del viernes, en la Sierra de Gata, las llamas obligaban a desalojar a las 300 personas que ocupaban un cámping, 75 de las cuales continuaban a primera hora de la tarde del sábado —con el fuego aún activo— alojados provisionalmente en un albergue de Cruz Roja en la localidad de Moraleja, donde pasaron la noche.

Una sección de la Unidad Militar de Emergencias (UME) compuesta por seis autobombas y dos nodrizas, y medios aéreos del Plan Infoex de Extremadura, se incorporaron al amanecer a las labores de extinción del fuego, catalogado de Nivel 2 y que comenzó a las 21,30 horas del viernes.

En total, trabajan en la extinción más de 500 personas, 266 de la UME, apoyados desde el aire por 20 medios aéreos de distintas administraciones.

Un miembro de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha fallecido este sábado por la tarde y otros tres han resultado heridos, uno de ellos de gravedad, cuando participaban en la extinción del incendio en la Sierra de Gata, según un comunicado de Cruz Roja. Los hechos han tenido lugar en torno a las 17.30 horas en un paraje abrupto conocido como Cruz de Piedra, en la carretera de la Torre de Don Miguel.

Por causas aún desconocidas, el camión en el que viajaban ha volcado y se ha deslizado por una ladera de unos 300 metros.

El cabo primero fallecido durante la extinción tenía 35 años, residía en Villasequilla (Toledo) y su identidad responde a las iniciales A.G.M., informaron fuentes de la Unidad.

El consejero extremeño de Medio Ambiente, José Antonio Echávarri, calificaba "importante" el incendio, activo en dos focos, al este de Villasbuenas de Gata y al oeste de esta población, el que más preocupa a los responsables de la extinción

Echávarri ha eludido hablar sobre el número de hectáreas calcinadas y ha pedido a los alcaldes de la zona que no hagan manifestaciones en este sentido para "no alarmar a la población". Las llamas afectan a una zona de gran valor medioambiental y de gran afluencia de turistas.

Sobre las causas del incendio, solo ha dicho que no cree que sea por causas naturales, ya que comenzó en cuatro focos, algunos de ellos separados por unos diez kilómetros, según han asegurado unos vecinos de Gata.

El fuego ha vuelto a quemar los pinares de la isla canaria de La Palma, en esta ocasión en el municipio de Mazo, incendio que cuenta con tres frentes abiertos, uno de los cuales avanza hacia el caserío de La Sabina, cuyos vecinos han sido evacuados de forma preventiva y alojados en casas de familiares y amigos.

El Cabildo de La Palma pidió al Gobierno de Canarias que activara el nivel de gravedad 2, previsto para cuando se necesita la intervención de medios de la administración general del Estado, con lo que el ejecutivo regional ha asumido la dirección de las labores de extinción.

De los tres frentes del incendio, declarado a mediodía y cuya área de extensión aún no ha sido estimada, uno se desplaza hacia el barrio de La Sabina, otro va paralelo a la carretera hacia el municipio de Fuencaliente y otro avanza en dirección a las cumbres.

La isla de La Gomera sufre dos incendios forestales simultáneos, uno de cuyos focos comenzó hacia las tres de la tarde en la zona de Imada, en el municipio de Alajeró, y el otro se ha declarado pasadas las cinco en el municipio de Vallehermoso, ambos próximos al Parque Nacional de Garajonay.

En otro archipiélago, el Balear, su Instituto de la Naturaleza (Ibanat) daba por controlado sobre las 17.30 horas el incendio que se declaró el pasado viernes en la zona forestal de la urbanización de Son Vida, en Palma, y que ha quemado aproximadamente 9,15 hectáreas.

La masa forestal de Baleares ha sufrido 21 incendios en lo que va de año, cifra que convierte a 2012 en el peor año de la última década en cuanto a número de fuegos que han quemado más de una hectárea.

Por otro lado, el incendio que desde el miércoles afecta al Parque Natural del Alto Tajo, en Guadalajara, está "estabilizado" y ya se ha pasado al nivel cero de alerta, aunque de manera oficial aún no se ha dado por controlado.

Este incendio en el Parque Natural del Alto Tajo podría haber afectado a unas 1.500 hectáreas, según la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara.

En León, un incendio forestal de carácter intencionado arrasó más de diez hectáreas de superficie forestal y de matorral en la localidad berciana de Bembibre. El fuego está ya extinguido, como también lo está el registrado en el municipio lucense de Sober, donde han ardido unas 45,4 hectáreas.

En la Comunidad Valenciana la Conselleria de Gobernación ha decretado para este sábado el nivel 3 de preemergencia por riesgo máximo de incendios forestales en el interior sur de la provincia de Castellón, interior de Valencia y el norte de Alicante. Esta alerta supone, entre otras prohibiciones, la de encender cualquier tipo de fuego, incluso en las zonas recreativas autorizadas y habilitadas al efecto.

Algo parecido ocurría en Cataluña, donde Protección Civil ponía en prealerta el plan especial de emergencias por incendios forestales de Cataluña (Infocat) por el riesgo que hay en catorce comarcas catalanas, sobre todo, desde el Empordà hasta el Baix Ebre.

Y en medio de la peor temporada de incendios en años, cada vez son más las voces que reclaman una mayor apuesta por el uso energético de la biomasa forestal como método de prevención del fuego. Uno de sus mayores defensores es el decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Carlos del Álamo, quien no se cansa de repetir que "el monte rentable no arde". La biomasa "es el petróleo verde", ha dicho.