La situación de los activos inmobiliarios de un banco puede ser un indicativo, un termómetro del momento de la crisis del ladrillo. El Santander asegura que ya vende más pisos de los que se queda por embargos. Si es así, se puede pensar que lo peor ha pasado o acaso que empieza a haber menos familias a las que embargar.

Durante la presentación de los resultados correspondientes al primer semestre del año, el consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, ha explicado que por primera vez desde que comenzó la crisis, su entidad se ha deshecho de más activos inmobiliarios de los que le han entrado.

El banco vendió viviendas, locales o suelo valorados en 1.300 millones de euros mientras que registró una entrada de activos tóxicos de unos 1.100 millones. Lo que Sáenz resume con esta frase: "Se han vendido en el primer semestre de 2012 más viviendas que en todo 2011. Estamos teniendo éxito".

Un hito, dice el 'número dos' del Santander: "Se ha roto la tendencia por primera vez desde que empezó la crisis, que es un tema muy importante, es muy buena noticia... Es un hito".

Claro que para lograr el "hito" el banco ha rebajado entre un 35 y un 45% el precio de su cartera de viviendas. Y por ese camino, el de los descensos de precio, se va a continuar "por la presión de la oferta".

Sáenz se muestra optimista, al punto de decir que los activos inmobiliarios tóxicos que soportan bancos y cajas en sus balances pasarán a ser "agua pasada" a partir del mes de diciembre del presente ejercicio.

"Será un tema que nos tendremos que echar a la espalda y formará parte de la historia de la banca, ya que antes de finalizar el año lograremos reducir la provisión", afirma el consejero delegado del Santander.

El 'número dos' del Santander califica de "difícil" el entorno económico y puso el acento en la "falta de confianza" en los mercados que ha derivado en "fuertes aumentos" de las primas de riesgo de España e Italia.