La ceremonia inaugural de los Juegos de Londres: una sorpresa para los sentidos de Danny Boyle

  • El director de cine preparó una ceremonia en la que hizo un repaso a la historia de Gran Bretaña con un espectáculo sensorial que costó 34 millones de euros.
  • La tradición de la campiña, el recuerdo de la Revolución Industrial y el legado musical y cinematográfico ingleses fueron los motores centrales del espectácul.
  • La actuación de Mr. Bean y el repertorio musical, lo mejor de la inauguración.
  • Te contamos en directo la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.
Los aros olímpicos se unen en el centro del estadio olímpico de Londres.
Los aros olímpicos se unen en el centro del estadio olímpico de Londres.
Raúl R. Vega
Los aros olímpicos se unen en el centro del estadio olímpico de Londres.

Londres 2012 dio el pistolezo de salida con la ceremonia inaugural de sus Juegos, una sorpresa para los sentidos del director de cine Danny Boyle en la que la tradición de la campiña, el recuerdo de la Revolución Industrial y el legado musical y cinematográfico ingleses fueron los motores centrales del espectáculo sensorial que maravilló al público del Estadio Olímpico y a los 4.000 millones de telespectadores de todo el mundo.

Danny Boyle desveló así el secreto que había pedido este miércoles que guardaran los miles de espectadores que acudieron al último ensayo general, en el que con el hastag #savethesurprise solicitaba que los miles de flashes y grabaciones no se volcaran en las redes sociales e internet con el fin de mantener la magia de un acto inaugural rebosante de mensajes y en el que, con la música (Mike Olfield, la Orquesta sinfónica de Londres, los Beatles, Rolling o The Queen) y los efectos de luz creó la simbiosis perfecta con una grada entregada.

Con un presupuesto de 27 millones de libras (34 millones de euros), el director de 'Trainspotting' y 'Slumdog Millionaire' no buscó la perfección autómata de Beijing, pero los 10.000 voluntarios que llenaron el verde prado del escenario se movieron con una sincronía milimétrica en el desmontaje de un decorado que pronto se convirtió en una factoría industrial que forjó sobre el cielo londinense los cinco aros olímpicos.

La ceremonia arrancó a las 20.12, hora local, en un guiño al año de los Juegos, pero la obra sensorial de Boyle no se inició hasta las 21.00 horas. Entonces, las vacas (3), ovejas (70), caballos (12), gallinas (10), perros, cabras (2) y patos ya llevaban mucho tiempo en el prado del Estadio Olímpico, donde un grupo de futbolistas con calzón largo disputaban un improvisado partido en el país cuna del balompié.

También hubo un homenaje a la creación de la Sanidad Pública británica (NHS) después de la Segunda Guerra Mundial, con el desfile de cientos de enfermeras que trataban de espantar a los demonios que acechan a los niños enfermos hasta que varias decenas de Mary Popins descendieron desde el cielo para alejarlos definitivamente.

Ésta no fue la única referencia filmográfica, pues sendos dobles del espía más famoso del mundo, James Bond, y de la Reina de Inglaterra descendieron en paracaídas desde un helicóptero antes de la llegada al palco de la soberana británica y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge.

Los 80.000 espectadores del Olímpico disfrutaron de las sorprendentes apariciones del actor Kenneth Branagh recitando a William Shakespeare, el músico Mike Olfield interpretando 'Tubular Bells', la autora de Harry Potter, JK Rowling, con 400 millones de libros vendidos, leyendo el inicio de 'Peter Pan' o Rowan Atkinson 'Mr. Bean' en una simulación de 'Carros de fuego'.

Una campana de 23 toneladas, con el lema a fuego 'No Temas. La isla está llena de sonidos', una cita de William Shakespeare y fabricada por la misma fundición que la del Big Ben, que impulsó el último ganador del Tour, Bradley Wiggins, había marcado el inicio de la ceremonia una hora y media antes de que los atletas de las 204 delegaciones desfilaran por el Estadio Olímpico, esperando que Londres prenda el pebetero de los Juegos de la seguridad, de los estadios ultramodernos y la promesa de grandes marcas. España, abanderada por Pau Gasol, confía en remontar el desánimo y traerse un buen botín de unos Juegos de la XXX Olimpiada que ya levantaron el telón.

Gasol porta la bandera

Pau Gasol ha abanderado desde sus 216 centímetros de altura el desfile de España en la ceremonia inaugural de los Juegos de Londres, que cerraba otro Gasol, su hermano Marc, y en el que sorprendió con su peluca rosa el waterpolista Iván Pérez.

El equipo español fue, como es habitual, uno de los que se mostró más desenfado durante su recorrido por el estadio. Todo sonrisas, los deportistas no dejaron de saludar, hacerse fotos y bailar, bajo el atento control del personal encargado de dirigir sus pasos.

Como algunos de los deportistas ya habían revelado en las redes sociales, las mujeres llevaron una chaqueta amarilla entallada y una falda roja de vuelo, que algunas acompañaban con un bolso de este mismo color en forma de abanico.

Los hombres vistieron una chaqueta roja y un pantalón azul, con corbata roja y amarilla. Un sombrero blanco completaba el uniforme.

Iván Pérez, que disputa en Londres sus cuartos Juegos Olímpicos, desfiló tocado con una divertida peluca rosa, mientras saludaba al público, enredaba entre sus compañeros y reía sin parar.

Muchos de los integrantes del equipo llevaban la bandera española pintada en la cara.

España salió al estadio en el puesto 172, entre Sudáfrica y Sri Lanka, cuando habían transcurrido más de 90 minutos de desfile y casi tres horas de ceremonia.

La Reina Isabel II inaugura los Juegos

La Reina Isabel II declaró inaugurados los Juegos Olímpicos de Londres en la ceremonia inaugural que se celebra en el estadio olímpico de la capital británica.

"Declaro inaugurados los Juegos en Londres de la XXX Olimpiada de la Era Moderna" fue la escueta intervención de la monarca.

Un desfile a la carrera

La necesidad de acortar los tiempos al máximo hizo que el desfile de las 205 delegaciones participantes en la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Londres se hiciera, prácticamente, a la carrera.

Con siete minutos de retraso sobre el horario previsto, a las 22.21 horas de Londres la delegación de Grecia abrió el desfile de los atletas, en un ambiente más frío que en otras ocasiones.

Samoa Americana y Angola fueron los primeros que se salieron de la elegancia del traje para lucir sus traje regionales, mientras que Argentina desfiló en chándal con su abanderada Luciana Aymar (hockey) al frente.

No faltó el que ya es todo un clásico, el desfile de la delegación de Bermudas en bermudas, ni el colorismo de Brasil con Rodrigo Pessoa (hípica) al frente.

Los atletas de Burundi no pasaron desapercibidos con sus trajes de película de Tarzán.

En todo momento los regidores de la ceremonia no hicieron sino apremiar a atletas, técnicos y directivos para que avivaran el paso. Algún directivo acusó la vuelta olímpica a ese ritmo.

Las Islas Cook también brillaron con sus guirnaldas de flores al cuello, mientras que Costa de Marfil se decantó por sus coloridos ropajes tradicionales.

Una de las grandes sorpresas del desfile lo protagonizó la República Checa ya que sus deportistas salieron con bermudas y unas botas de agua azules.

En el puesto 86 y bajo bandera olímpica desfiló Brooklyn Kerlin, mientras que Usain Bolt, abanderado de Jamaica, fue de los más marchosos portando su enseña. Malasia y Mauritania tampoco defraudaron con sus atuendos tradicionales.

El colorido de México, algún sombrero charro incluido, llamó la atención. Y también la guapa Baliya Mansour Al Hamad, abanderada de Qatar, la primera mujer de este país que participa en los Juegos.

La rapidez del ritmo de desfile y el poco calor que se ofreció desde las gradas, repletas con 62.000 espectadores, hizo que el siempre tedioso paseo de los atletas pareciese más largo de lo habitual, cuando fue todo lo contrario.

Sólo al final, con Estados Unidos, en el puesto 195, con trajes de diseño retro y boina y, claro, con los deportistas de Gran Bretaña, puesto 205 y último, las gradas animaron algo.

Los británicos desfilaron de blanco y oro entre una lluvia de papelillos y con la megafonía a tope. Al final, algo más de la hora y media prevista, y eso que todos corrieron.

El pebetero, sorpresa final

Siete jóvenes deportistas cumplieron el lema del Comité Organizador (LOCOG), 'Inspira una generación', y encendieron la llama del estadio Olímpico de Londres 2012 en una acción espectacular generada por 204 piezas transportadas por todas las delegaciones participantes, un pebetero universal.

El encendido de la llama fue el colofón de la Ceremonia de Inauguración, la resolución a uno de los grandes secretos de la fiesta diseñada por el cineasta británico Daniel Boyle para abrir los terceros Juegos que vive Londres en su historia después de los de 1908 y 1948.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento