Suiza dedica una retrospectiva a Antonio Saura, el pintor español de la monstruosidad

  • La muestra reúne 200 obras y expone por primera vez las esculturas del aragonés.
  • Con un estilo desarrollado a partir de series, el artista homenajeó en sus cuadros a Velázquez, Goya y Picasso.
  • Tendente a la figuración, mantuvo un conflicto permanente con la forma.
Una versión, realizada por Saura, del perro de Goya
Una versión, realizada por Saura, del perro de Goya
Privatsammlung, New York - © Succession Antonio Saura /www.antoniosaura.org, 2012 - © 2012, ProLitteris, Zürich
Una versión, realizada por Saura, del perro de Goya

Comenzó a pintar de niño, cuando una tuberculosis lo dejó aislado en una cama durante cinco años. Antonio Saura (1930-1998) se dejó llevar pronto por el surrealismo de Miró y de Tanguy y construyó con los años un lenguaje pictórico expresivo, figurativo, pero siempre en conflicto con la forma, como conteniendo una explosión.

El Kunstmuseum Bern, en la ciudad suiza de Berna, expone hasta el 11 de noviembre Antonio Saura. Die Retrospektive (Antonio Saura. La retrospectiva), una recopilación de 200 obras del pintor de Huesca que ilustran su desarrollo creativo con cuadros de gran formato, ilustraciones y obra gráfica. Además, el museo expone por primera vez la serie de esculturas de hierro del artista.

Sus autorretratos y cuadros con personajes femeninos se despegaban del surrealismo en los años cincuenta. En torno a 1960 dibujó la primera de las crucifixiones inspiradas en el cristo crucificado de Velázquez. Saura desarrollaba su estilo en torno a series de desnudos, retratos, escenas de muchedumbres... Temas que escogía, dejaba y recuperaba para volver a ilustrar.

El perro semihundido

En los sesenta, poco antes de mudarse a París definitivamente, comenzó a  pronunciarse a menudo sobre cuestiones estética, artísticas, pero también políticas, contra el régimen de Franco. La capital francesa abrió el abanico de temas de sus obras sin olvidar las series. Saura repasaba con admiración la obra de Goya y Picasso. Sobre El perro semihundido de Goya y Retrato de Dora Maar de Picasso, hizo variaciones que transformaban la figura y ocultaban cada vez más la inspiración original, dándole un aire de monstruosidad oscura.

En 1971 dejó temporalmente de lado los lienzos para concentrarse en la escritura y el dibujo sobre papel. También participó en la producción de obras de teatro, representaciones de ballet y ópera e ilustró obras literarias. La muestra descubre también la faceta del autor fuera del óleo, que cultivó un legado artístico extenso en el que volvió de mil maneras diferentes a sus temas y figuras.

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