Los mercados han dado un aviso contundente al Gobierno español: con la prima de riesgo disparada como nunca, en 610 puntos básicos, y la Bolsa hundida en el 5,82%, pocas opciones le quedan ya al Ejecutivo de Rajoy para intentar parar el castigo de los inversores y los mercados a España.

La confianza está peor que nunca. Una prima de riesgo tan alta significa que España tendrá que pagar más que nunca unos intereses muy altos para financiarse, puesto que la confianza de los inversores en el país es baja. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya lo avanzó este mismo viernes: "En 2013 habrá que pagar una fuerte carga de intereses, de más de 9.000 millones, por la situación de los mercados", ha dicho.

La aprobación definitiva del rescate de la banca española por parte del Eurogrupo tampoco ha ayudado a relajar la prima de riesgo. Y es que a cambio de las ayudas, cuyo primer tramo será de 30.000 millones, España tendrá que cumplir 32 condiciones y someterse a la vigilancia trimestral de una suerte de troika —que en este caso formanla Comisión, el BCE y la Autoridad Bancaria Europea (EBA)—.

La petición de la Comunidad Valenciana de acogerse al fondo de rescate estatal ha contribuido notablemente al repunte histórico de la prima de riesgo y al desplome de la Bolsa. Una petición que según ha avanzado este viernes el president de la Generalitat, Alberto Fabra, no será la única ni la última: "Nosotros hemos sido los primeros en pedirlo, pero detrás van a venir muchas comunidades a solicitar precisamente lo mismo", ha adelantado.

De poco han servido los recortes tan severos y las subidas de impuestos que se anunciaron la semana pasada. Unido a ello, el Ejecutivo ya no sabe cómo justificar el azote de los mercados pese a los ajustes que están realizando, al gusto de Bruselas y el FMI. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha echado balones fuera y ha atribuido el alza de la prima de riesgo a las "incertidumbres" que existen sobre la situación de la zona euro, y ha dicho que "a nivel interno estamos cumpliendo con los compromisos".

Además, ha condicionado la mejora de la prima y la Bolsa española al rescate que recibirá España para sanear al sector financiero. Sáenz de Santamaría dice que esta ayuda "es necesaria porque el país por sí solo no puede hacer frente a la recapitalización del sector por la situación de los mercados financieros".

Sumado a esto, el Gobierno prevé que la recesión continuará en España en 2013, año en que el PIB caerá un 0,5%. Empeoran así las previsiones, que apuntaban a un crecimiento del 0,2% en 2013. En el plano del desempleo la cosa tampoco mejorará: según el Ejecutivo, el paro empeorará del 24,2% al 24,3% en 2013, aunque se reduce en una décima en 2014 hasta el 23,3%.

Sobre el techo de gasto para 2013, el Gobierno lo ha fijado en 126.792 millones de euros, lo que supone una elevación del 9,2% respecto al del año anterior, que era de 118.565 millones.

Como si hubiera visto venir todo lo que le venía encima a España esta semana, el presidente del Bundesbank —el banco central alemán— ya aconsejó al Ejecutivo de Rajoy hace siete días que pidiese el rescate como país, y no se limitase solo a ayudar a los bancos.

"El mercado de la deuda reaccionaría positivamente si los inversores vieran que las condiciones del programa de ayudas fuesen más allá del sector bancario", dijo hace una semana el presidente del Bundesbank.