El titular del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, encargado de investigar un agujero económico de 25 millones de euros en la gestión de la depuradora de Pinedo, ha remitido a la Audiencia Provincial de Valencia el recurso interpuesto contra la fianza de 400.000 euros a Cristina Segarra, mujer del exgerente de Emarsa, Esteban Cuenta.

Así consta en una providencia con fecha de este jueves, contra la que cabe interponer recurso de reforma en el plazo de tres días, o recurso de apelación en el plazo de cinco.

En esta resolución, el magistrado ha remitido a la Audiencia el recurso interpuesto por Cuesta y su mujer contra el auto en el que se fijaba para ella una fianza de 400.000 euros por presunta responsabilidad civil. A este escrito, también une los de impugnación presentados por la fiscal, por el Abogado del Estado y por la representación procesal de Emshi.

El magistrado acordó esta fianza contra Segarra en base a varios datos que se han ido descubriendo a lo largo de la instrucción. Así, considera que el exgerente de Emarsa pagaba los inmuebles y los préstamos de su mujer a través de una cuenta con ingresos "sin la menor justificación".

Según explica el juez en otra resolución anterior, pocos meses después de que Cuesta fuera nombrado gerente de Emarsa, éste y su mujer pactaron como régimen económico matrimonial el de separación de bienes. La mujer, durante los años objeto de la investigación, ha estado inscrita en el Régimen General de la Seguridad Social como trabajadora por cuenta ajena.

A partir de la separación de bienes, la mujer adquirió por compra, con carácter privativo, un solar, una vivienda y una plaza de garaje. También pidió un préstamo de 150.000 euros, que luego devolvió, y una ampliación del préstamo hipotecario de 90.000 euros.

De los extractos de algunas de las cuentas bancarias titularidad de Cuesta se observan —según apuntó el magistrado en su momento— "múltiples" traspasos de dinero hacia dos cuentas cuya titular era su mujer. Por este motivo, entendía que quien tenía medios para hacer frente a la compra de inmuebles que figuraban a nombre de la mujer y al pago de las cuotas de los préstamos concedidos "no era otro que Cuesta".

Además, agregaba que según resultaba de lo actuado, las transferencias se hicieron desde una cuenta de Cuesta en la que se hallan documentados "importantísimos ingresos", muchos de ellos en efectivo, "al margen de su propia nómina y que carecen de la menor justificación, a no ser la obtención ilícita por su parte de fondos de la empresa de la que era gerente".