La Audiencia impone 15 años de cárcel a la joven acusada de matar a otra cerca de la discoteca Barraca

La Audiencia Provincial de Valencia ha fijado una pena de 15 años de prisión para la joven acusada de matar a otra en julio de 2009 en las proximidades de la discoteca Barraca, en Sueca (Valencia). La procesada alegó durante el juicio que "jamás" pensó en acabar con la vida de la víctima, y aseveró que no recordaba exactamente cómo le ocasionó la herida puesto que había bebido mucho y había fumado porros.
La Joven Acusada, Durante El Juicio
La Joven Acusada, Durante El Juicio
EUROPA PRESS
La Joven Acusada, Durante El Juicio

La Audiencia Provincial de Valencia ha fijado una pena de 15 años de prisión para la joven acusada de matar a otra en julio de 2009 en las proximidades de la discoteca Barraca, en Sueca (Valencia). La procesada alegó durante el juicio que "jamás" pensó en acabar con la vida de la víctima, y aseveró que no recordaba exactamente cómo le ocasionó la herida puesto que había bebido mucho y había fumado porros.

Pese a estas afirmaciones de la procesada, ni el jurado ni la Audiencia le han declarado inocentes. Así, en primer lugar el tribunal del jurado la declaró —por ocho votos a favor y uno en contra— culpable de matar "intencionadamente" a la víctima. Además, la consideraron culpable de lesiones imprudentes por el daño que causó al novio de la víctima mortal.

En esta línea, la Audiencia de Valencia ha condenado a la joven a cumplir 15 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y un delito de lesiones imprudentes. También le impone indemnizaciones que rondan los 155.000 euros para la familia de la víctima y para la pareja de ésta, que también resultó herido en el incidente. El letrado de la defensa, Javier Boix, reclamaba para la joven tan solo un año y dos meses de cárcel al estimar que los hechos eran constitutivos de dos delitos de lesiones, uno de ellos en concurso con un delito de imprudencia grave con resultado de muerte.

El incidente tuvo lugar sobre las 7.30 horas del 26 de julio de 2009, en las proximidades de la discoteca Barraca, ubicada en la localidad valenciana de Sueca. Y el origen fue una discusión entre la acusada y la víctima, quienes eran del mismo pueblo —Villanueva de Castellón— y no se llevaban bien porque habían tenido una discusión años atrás.

El día de los hechos, la procesada fue expulsada de la discoteca tras mantener una pelea con la víctima. Minutos después, y una vez se encontraba en el exterior, se fue hacia su coche y cogió una navaja que llevaba. Luego permaneció "largo rato" esperando a que saliera la víctima del local.

Cuando finalmente ésta salió, junto a su pareja, la procesada fue tras ellos y le clavó la navaja a la joven, en el cuello, provocándole un corte de gran profundidad que le seccionó la yugular. En este transcurso, la pareja de la víctima también resultó herido en el brazo.

Antes de registrarse el incidente, la acusada bebió "alguna" cantidad de alcohol, tanto antes de entrar en la discoteca —en el aparcamiento— como dentro de ella, donde mezcló whisky con red bull en forma de cubata, y bebió chupitos de tequila. También fumó porros de hachís.

Dada la cantidad de alcohol, cannabis y red bull que la procesada consumió, tenía levemente alteradas su capacidad intelectiva o de comprensión, así como su comportamiento psicomotor y su capacidad volitiva. No obstante, mantenía la capacidad de diferenciar el bien y el mal.

No arrepentimiento

El tribunal no considera probado que la procesada haya mostrado, una vez tuvo conocimiento real del fallecimiento de la víctima, su arrepentimiento por lo sucedido. Y recuerda que ésta permaneció en el lugar de los hechos, "sin hacer el menor amago de irse", hasta que fue detenida.

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