Las bebidas isotónicas no mejoran el rendimiento

  • Un macroestudio destapa la carencia de bases científicas de los eslóganes.  
  • El 97,3% de los estudios de las empresas eran científicamente inaceptables.
  • Las bebidas deportivas son una bomba de azúcar útil solo para atletas de élite.
  • El British Medical Journal denuncia que hay científicos a sueldo de las marcas.
Hacer deporte e ir al gimnasio son algunos de los propósitos más comunes para el nuevo año.
Hacer deporte e ir al gimnasio son algunos de los propósitos más comunes para el nuevo año.
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Hacer deporte e ir al gimnasio son algunos de los propósitos más comunes para el nuevo año.

Nacieron como refrescos sanos, como bebidas que colaboraban en el ejercicio físico. Se nos aseguraba que las bebidas isotónicas mejoraban nuestro rendimiento deportivo. Pero no es verdad. Lo asegura un macroestudio de la revista médica British Medical Journal y la televisión pública británica BBC, que indica que las grandes empresas de refrescos mienten. Y tal vez mienten, como relata Manuel Ansede en Materia, para mantener un negocio que mueve mucho dinero; solo en EE UU, unos 1.600 millones de dólares cada año.

El trabajo, publicado en la revista BMJ Open, menciona 104 productos, como Gatorade, de PepsiCo, Lucozade, de GlaxoSmithKline, y Powerade, de Coca-Cola, e incluye nuevos datos suministrados por el Centro para la Medicina Basada en la Evidencia de Oxford que destapan la carencia de estudios científicos rigurosos para sostener los eslóganes publicitarios.

Lo que han hallado los investigadores es una sorprendente falta de pruebas para sostener que las bebidas isotónicas y los batidos de proteínas ayudan a recuperarse tras el ejercicio físico. "Es prácticamente imposible para los ciudadanos tomar decisiones informadas sobre los riesgos y los beneficios de los productos deportivos anunciados", explican los autores en la macroinvestigación.

Un equipo de la Universidad de Oxford analizó 431 de las afirmaciones encontradas en anuncios de 104 productos diferentes de bebidas isotónicas, batidos de proteína y zapatillas deportivas. Si los propios anuncios no remitían a evidencias científicas, los investigadores solicitaban más información a las empresas.

Estudios sin base científica real

El 97,3% de los estudios de todas las empresas que pudieron analizar eran inaceptables por algún motivo. Muchos de ellos ni siquiera eran ensayos a ciegas, en los que el consumidor no sabe qué bebida está tomando para evitar el efecto placebo. La mayor parte de los estudios de las empresas de bebidas isotónicas cuenta con una muestra ínfima de consumidores. La media es ridícula para los estándares de la ciencia: nueve personas.

El profesor Tim Noakes, de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), cree que las bebidas deportivas, una bomba de azúcar, pueden ser útiles para atletas de élite, pero no para personas simplemente aficionadas al ejercicio. "Si evitaran las bebidas isotónicas estarían más delgados y correrían más rápido", afirma Noakes.

Los científicos temen que la popularidad de estas bebidas entre los niños, cimentada en eslóganes falsos, contribuya a disparar los niveles de obesidad. Las botellas de medio litro de Powerade Ion4, Lucozade Sport y Gatorade Perform contienen 19,6, 17,5 y 30 gramos de azúcar respectivamente. Una cucharadita de azúcar sólo pesa cuatro gramos.

Sin embargo, según un estudio de la Universidad de Yale, una cuarta parte de los padres de EEUU cree que las bebidas deportivas son saludables para sus hijos. Pero la Academia de Pediatras de EEUU recomienda que los niños y adolescentes no tomen estas bebidas.

Científicos a sueldo de las marcas

En un artículo complementario, la jefa de investigación del British Medical Journal, Deborah Cohen, detalla el pasteleo entre la industria y un grupo de científicos, encargados de ser un altavoz de estas supuestas bondades de las bebidas deportivas desde el pedestal de la ciencia. Cohen señala estudios científicos financiados por Gatorade, Powerade y Lucozade, realizados por científicos muchas veces a sueldo de estas empresas y publicados en revistas también financiadas en ocasiones por las mismas compañías.

La revista Medicine and Science in Sports and Exercise, del Colegio de Medicina Deportiva de EEUU, por ejemplo, está financiada desde hace años por Gatorade y Powerade. Otras revistas, como el British Journal of Sports Medicine (del mismo grupo que publica hoy la macroinvestigación), Nutrition, European Journal of Applied Physiology y el Journal of Sports Sciences tienen en su consejo editorial a científicos pagados por PepsiCo, Coca-Cola o GlaxoSmithKline.

Por otra parte, el grupo de Oxford también ha sido incapaz de encontrar evidencias que sustenten que las zapatillas deportivas especiales reducen las lesiones, pese a que la industria lleva décadas centrándose en factores como el control de la pronación, la rotación del pie hacia el interior al correr.

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