Avistando ballenas y delfines en Mazarrón, en la costa de Murcia

  • Punta de Mazarrón es de los pocos lugares de Europa donde pueden avistarse.
  • El sur de la bahía de Mazarrón está pendientes de convertirse en reserva marina.
  • La antigua factoría romana de salazones es hoy un museo arqueológico.
  • La playa de Bolnuevo, de más de un kilómetro, es una de las más atractivas.
Delfines en la Punta de Mazarrón.
Delfines en la Punta de Mazarrón.
FLICKR/jabali1
Delfines en la Punta de Mazarrón.

La Punta de Mazarrón, en Murcia, es uno de los poquísimos lugares de Europa donde se puede experimentar la emoción de avistar delfines, cachalotes y ballenas calderón. Todo ello de una forma elegante, desde una tranquila goleta de época y con todo tipo de comodidades. Esta actividad y otras marinas hacen de esta ruta algo irrepetible.

Un extenso litoral y una climatología benigna convierten Mazarrón y la costa murciana en un lugar ideal que se puede visitar en cualquier estación del año. Mazarrón y su puerto serán nuestras bases de operaciones, con una serie de actividades orientadas al mundo del mar y a las posibilidades que ofrece un litoral tan privilegiado.

Una costa libre de contaminación, futura reserva marina

La actividad estrella de esta ruta es, naturalmente, el avistamiento de cetáceos y otros animales marinos en su medio natural. Para apreciar lo que vamos a hacer en su justa medida, es importante saber que el crucero a la “caza” de la fauna marina tendrá lugar en las aguas más profundas del golfo de Vera, situado entre las provincias de Murcia y Almería.

El golfo limita al norte con el Cabo de Gata y al sur con el Cabo de Palos, mientras que las aguas del sur de la bahía de Mazarrón están en fase de estudio, pendientes de convertirse en reserva marina. En resumen, el avistamiento tiene lugar en una franja de mar que destaca por su biodiversidad.

Conscientes de ello, las empresas que se dedican a esta actividad no admiten más de 10 personas por embarcación. Además, en la mayoría de los casos, las acompaña un biólogo, que aportará las informaciones indispensables, convirtiendo la experiencia en un placer visual y cultural.

Embarcaciones a vela e inmersiones inolvidables

La embarcación que se emplea en el avistamiento de cetáceos será, en muchos casos, una goleta de madera de dos palos, de navegación lenta, así que no perturba la vida tranquila de los cachalotes y las ballenas, aunque sin duda los delfines se entretendrán jugando con la proa del barco.

Si el tiempo acompaña, también es posible realizar una  inmersión con los cetáceos, bien sea con equipo autónomo o bien con un simple snorkel. Lo que desde la borda de la embarcación impresiona, dentro del agua sobrecoge con un espectáculo de belleza fuera de lo común.

Tomando el pulso marinero a Mazarrón

De vuelta al Puerto de Mazarrón, situado a cinco minutos de la población del mismo nombre, cuesta poco darse cuenta de que concentra toda la oferta turística de la zona. En él, todavía funciona una animada lonja de pescado, ampliada recientemente. Para conocerla en plena actividad, hay que acercarse de madrugada o al atardecer, que es cuando regresan los barcos cargados de pesca.

En el mismo puerto, la antigua factoría romana de salazones se ha convertido en un museo arqueológico, declarado Bien de Interés Cultural. Allí se conoce cómo funcionaba un complejo industrial de los siglos IV-V d. C. Los romanos eran muy aficionados a usar en su cocina salsas de pescado, el famoso garum, que era tanto un condimento como un potenciador de sabor.

Dejando el puerto atrás y circulando apenas unos minutos hacia el oeste, topamos con la playa de Bolnuevo, una de las más atractivas y visitadas de la zona. Allí nos espera más de un kilómetro de arenas doradas y limpias donde relajarnos al sol.

Por la zona aún es posible encontrarse con las típicas furgonetas que son casas donde viven hippies nostálgicos. A quinientos metros se esconde el Paisaje Encantado de Bolnuevo. Se trata de una serie de formaciones calizas, cercanas a la costa, modeladas por la erosión del viento.

Sugerencia gastronómica

Los productos de la huerta y del mar son la piedra de toque de la cocina costera murciana. Excelentes salazones, que ya se elaboraban en tiempos de los romanos, y otros productos frescos como el rape o el mero, se preparan al ajotomate. También son ricas las albóndigas de merluza, una mezcla inesperada y deliciosa. Las migas a la mazarronera o las torrijas de Bolnuevo son platos locales igualmente sabrosos.

Si uno desea combinar la cocina de autor con la típica de la zona, el restaurante Manduca dos tenedores (c/ Antonio Segado del Olmo 20, Mazarrón, tel.: 968 158 383) es perfecto. Otro establecimiento recomendable es Miramar (ctra. de la Isla s/n, Puerto de Mazarrón, tel.: 968 594 008).

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