Vito Corleone, vestido de sultán, habita un suntuoso palacio de  coloridos azulejos con motivos geométricos. En otra construcción cercana, más pequeña e ilustrada con una perspectiva irreal y caprichosa, el productor de cine descubre en la cama la famosa cabeza de su amado purasangre, una de las consecuencias de hacerle un feo al Padrino.

El artista turco Murat Palta, de 22 años, es el autor de Classic Movies in Miniature Style (Películas clásicas al estilo de las miniaturas) una serie de dibujos que  recrean escenas representativas de títulos conocidos con las características de la miniatura otomana: "Respeté la falta de perspectiva, los personajes importantes son más grandes que el resto, no hay expresiones faciales...".

Hace bocetos a mano y después termina el trabajo de modo digital. Recién licenciado y disfrutando de una beca en Toledo que le permitirá estar en España hasta septiembre, realizó las ilustraciones como trabajo final de carrera. El proyecto muestra la facilidad con que se pueden combinar la estética del presente y el arte más tradicional, que en Turquía está representado por las miniaturas, un arte que alcanzó la perfección durante el esplendor del Imperio Otomano, en los siglos XVI y XVII.

En su colección —que inició con una versión otomana de La guerra de las galaxias— ha transformado ya 11 películas, entre ellas La naranja mecánica, Terminator, Alien y Pulp Fiction. No sabe si seguirá con la serie, recibe correos electrónicos con sugerencias de nuevos títulos, pero descarta continuar —al menos al mismo ritmo— para no correr el riesgo de encasillarse en el estilo.

Seleccionó los títulos imponiéndose algunas normas: "Quise que reunieran tres cualidades. Tenían que ser consideradas de culto o clásicos (para que cualquiera pudiera entenderlas incluso sin haberlas visto), contener elementos de la cultura occidental y ser fácilmente adaptables a la cultura oriental".

Destaca la miniatura como uno de los géneros más importantes y extensos de la historia del arte y ve en ellas un importante antecedente de la ilustración actual. "Por alguna razón los diseñadores gráficos no quieren ser relacionados con ellas. Me pregunto por qué".

Los carros de caballos, los turbantes, las túnicas, la candidez de las discretas manchas de sangre... En cada ejemplo cinematográfico, Palta logra mostrar aspectos de la cultura occidental "con una mirada oriental" y un toque humorístico que contrasta con la violencia de muchas de las películas escogidas.