Dimite el delegado del Gobierno en Baleares por investigar filtraciones sobre el caso Gürtel

José María Rodríguez, en una rueda de prensa en el Parlament de las Islas Baleares.
José María Rodríguez, en una rueda de prensa en el Parlament de las Islas Baleares.
PP Baleares
José María Rodríguez, en una rueda de prensa en el Parlament de las Islas Baleares.

El delegado del Gobierno en Baleares, José María Rodríguez (PP), dimitió este lunes de su cargo después de haber sido acusado por la Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO) de presionar a mandos del cuerpo para que investigasen quién había filtrado a los medios de comunicación su supuesta implicación en el caso Gürtel.

El propio Rodríguez anunció su renuncia al cargo en una rueda de prensa que tuvo lugar a las 18.00 horas no en la sede de la Delegación del Gobierno, sino en las oficinas del PP de Baleares.

"Se está cuestionando que utilice la Guardia Civil para mi propia defensa. No quiero que nadie piense que estoy manipulando", alegó durante su intervención para justificar su marcha en palabras recogidas por la agencia Europa Press. También negó haber ordenado cualquier tipo de pesquisas acerca de un caso en el que los informes de los agentes le acusan de falsear facturas en favor de la trama Gürtel mientras era conseller de Interior del Ejecutivo de Jaume Matas (2003-2007).

Según la Unión de Oficiales, cuando esta información se hizo pública, el delegado del Gobierno, "excediéndose en el ejercicio de sus competencias", ordenó investigar la filtración. Este fin de semana, Rodríguez había negado tener conocimiento de estas supuestas averiguaciones.

Tras conocerse la denuncia de la Unión de Oficiales la pasada semana, UPyD exigió que él político dimitiese o fuese destituido. "Al parecer, se vale de su autoridad para impedir que las Fuerzas de Seguridad cumplan su función independientemente de presiones políticas", censuró el partido.

El Partido Socialista de Baleares presentó dos preguntas en el Congreso de los Diputados para que el Gobierno central aclarase la presunta implicación de Rodríguez en la trama Gürtel y que explicase si cree "oportuno y adecuado" que, ante la posible imputación de la comisión de delitos, el dirigente del PP continuase siendo el máximo responsable de los propios agentes que están llevando a cabo la investigación.

Pactos internos

La dimisión de Rodríguez ha tenido lugar solo seis meses después de que fuese nombrado delegado del Gobierno en Baleares por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Un puesto al que Rodríguez accedió como resultado de los pactos internos en el PP balear.

Cuando el presidente de la formación y hoy presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, reclamó apoyos para encabezar y renovar la formación en las islas tras el declive de Jaume Matas y la travesía en el desierto con Rosa Estarás, Rodríguez exigió a cambio el puesto de representante del Estado en la región.

Rodríguez, peso pesado del partido, había sido apartado de las listas locales con anterioridad por la exalcaldesa y candidata al Ayuntamiento de Palma, Catalina Cirer,  debido a la desconfianza en su gestión.

El 'chivato' del 'caso Andratx'

Rodríguez, exconcejal del Ayuntamiento de Palma de Mallorca y exconsejero de Interior en el gobierno autonómico de Jaume Matas ya fue investigado por dar al alcalde de la localidad de Andratx, Eugenio Hidalgo (PP), el chivatazo de su detención en 2006. Las conversaciones previas a la detención quedaron grabadas gracias a los pinchazos telefónicos realizados por la Guardia Civil, pero no fue condenado.

El 'caso Andratx' supuso el inicio de la caída de Matas y el primero de los casos de corrupción vinculados al PP y al que fuese su socio de gobierno, el partido nacionalista local Unió Mallorquina (UM), que se destaparon en las islas en los últimos seis años. Después de este vinieron toda una serie de investigaciones que dieron en el banquillo —cuando no en prisión— con decenas de cargos de confianza de Matas. El propio presidente ha sido condenado por el 'caso Palma Arena'.

Precisamente, este lunes se conoció la condena a cinco de años de prisión a la expresidenta de UM y del Parlament balear, Maria Antònia Munar, y de su mano derecha, Miquel Nadal, por corrupción.

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