El director de orquesta Daniel Barenboim ha lamentado que la forma en la que se llevó a cabo la suspensión del concierto que iba a ofrecer este martes en la Plaza Mayor de Madrid no ha sido "ni inteligente ni elegante". El director de la Orquesta West-Eastern Divan (WEDO), con sede en Sevilla, ha presentado la grabación del proyecto 'Beethoven for all', con el que visitará el Teatro Maestranza de la capital andaluza este miércoles.

Cerca de 12.000 personas acudían cada año a este concierto "gratuito", algo que, en palabras de Barenboim, "habría dado mucho aliento al público" en un momento tan complicado. "La crisis es algo espantoso que vamos a sufrir en toda Europa", ha señalado este lunes, durante la presentación.

Precisamente, los ajustes y los recortes han provocado que el Ayuntamiento de Madrid no haya contado con este concierto en la agenda estival de la capital, "una lástima" para el director, quien cree que "habría sido un gesto muy positivo haberlo hablado y negociado".

En sus 13 años al frente de esta orquesta "nunca" ha cobrado "ni una peseta", sostiene. "Mucho más barato que gratis no sé cómo hacerlo", bromea. "Cortar lo que parece más simple sin ni siquiera pensarlo no es la forma más inteligente de hacer las cosas. Nunca hubo una discusión acerca de si se podía hacer de otra forma, simplemente se canceló", explica.

El concierto de la Maestranza de Sevilla de este miércoles sí se mantiene en pie, y se trata de una de las ciudades que se incluyen en su recorrido por el viejo continente este verano. Múnich, Berlín, París y Londres son otros de los destinos donde el director llevará las composiciones de Beethoven y su poder para atravesar fronteras.

"Lo que se aprende con las sinfonías de Beethoven te servirá para todo", sentencia Barenboim. A su juicio, el estudio profundo de estas piezas contribuye al profundo desarrollo de la orquesta, por lo que desde cada año ha preparado junto a la WEDO una de estas sinfonías que ha llevado a todos los rincones del mundo.

En palabras del director, Beethoven es "la columna vertebral" del desarrollo de esta orquesta, porque tiene todo: lo dramático, lo lírico y lo épico". Sin embargo, "no es superficial, porque se ocupa de lo esencial, de lo que el ser humano puede sentir y vivir".

"la diferencia entre gobiernos y pueblos"

Una de las características de la WEDO, fundada en 1999 por el difunto Edward Said y Barenboim, es que fue creada como un foro para músicos jóvenes procedentes de diferentes países de Oriente Próximo, como Palestina, Israel, Siria, Líbano o Jordania, con el fin de luchar contra la ignorancia que tienen unos de otros.

Su proyecto, sostiene, "no es político", porque el conflicto entre Israel y Palestina "no es político". "Por ello no se resuelve, a diferencia de otros donde el problema tiene que ver con fronteras, petróleo o agua", indica. "Se trata de un problema humano, no de dos naciones, sino de dos pueblos profundamente convencidos de tener derecho a vivir en el mismo pequeño trozo de tierra", incide.

Por ello, este proyecto nació de "la convicción profunda" de ambos fundadores, que defiende que "no hay otra solución que vivir juntos o a un lado y a otro, pero no espalda con espalda". Aquí, los componentes desarrollan las "curiosidad por oír la narrativa del otro".

"no hay educación musical"

En su intervención, Barenboim ha lamentado que en la actualidad no hay "ninguna preparación musical" y que los programas educativos no centren su atención en esta materia. Por ello, el director se siente "sorprendido" de ver a "tanta gente" en los conciertos. Uno de los argumentos que la clase política utiliza, según señala, es que "la música es elitista". A su juicio, esta es "la mentira más grande".

En este proyecto, lejos del escaso contacto que existe en las escuelas de música entre esta disciplina y otras como la Filosofía o la Literatura, Barenboim indica que busca "la conexión" entre la música y "todo lo que tiene que ver con el ser humano". "Este es el proyecto más importante de mi vida", ha confesado a continuación.

La orquesta tiene su sede en Sevilla. Según explica el director: "Andalucía es la única región del mundo donde judíos y musulmanes han convivido en paz, y lo hicieron durante siete siglos".