Ruta Domus Templi: templarios en tierras de la Corona de Aragón

La Ruta Domus Templi, o Las Casas del Temple, plantea un recorrido por el legado que, en los siglos XI y XII, dejó la Orden de los templarios a lo largo de las cuencas de los ríos Cinca, Segre y Ebro. Se trata de un itinerario por el patrimonio arquitectónico e histórico en tierras de Aragón, Cataluña y Valencia.

En la Corona de Aragón, los monjes-soldado de la Orden del Temple (1118-1307) extendieron su influencia desde Monzón, en Huesca, hasta Peñíscola, en la costa de Castellón. La ruta que une esas ciudades-fortaleza, la Ruta Domus Templi, no es demasiado conocida y, sin embargo, ofrece lugares de gran valor y belleza.

El camino se inicia en Monzón, donde se encuentra el primero de los cinco castillos de la ruta. La construcción conserva cinco torres dispersas por el patio de armas, y en la actualidad acoge un centro de interpretación de la Orden del Temple (tel.: 974 417 774). Fue el último bastión de los templarios, antes de su caída a manos del rey Jaime II.

Tras dejar atrás Monzón y Huesca, el camino desciende y se adentra en Cataluña. Allí, la fortaleza de Gardeny es una muestra de la arquitectura occitana. El castillo (tel.: 902 250 050) conserva buena parte de sus murallas, la torre-habitación de dos plantas, la torre de los homenajes y la iglesia conventual de Santa María, con una de las escasas pinturas en edificaciones templarias.

La siguiente parada es el castillo de Miravet (tel.: 977 407 134), ya en la provincia de Tarragona, enclavado sobre una peña que domina el paso del río Ebro. El conjunto conserva 14 dependencias ordenadas alrededor de un patio central en tres niveles. Uno de los principales atractivos en la visita a Miravet es que el acceso solo puede realizarse en transbordador, ya que no hay ningún puente que cruce el Ebro. Habrá que dejar aparcada la autocaravana hasta el regreso de la visita al barrio viejo, el Cap de la Vila.

El viajero se acerca hasta el mar. En la comarca de Tierras del Ebro se encuentra la ciudad de Tortosa, que fue sucesivamente ibérica, romana, musulmana y cristiana. A pesar de que el castillo de la Suda (tel.: 977 442 005) tiene un origen anterior a los templarios, estos lo ampliaron, y también urbanizaron los barrios vecinos. La ubicación estratégica, sobre el río Ebro, se pone de manifiesto en las torres de vigilancia del Prior y de la Font de Quinto.

A partir de Tortosa, se sigue el itinerario de la AP-7, paralela a la costa hasta Peñíscola, que marca el final del camino. En la ciudad hay un área para caravanas, en el parking Las Moreras, situado detrás del Hotel Casablanca. Se puede tomar como punto de partida la visita al castillo de Peñíscola (tel.: 964 480 208), ubicado sobre una península que se adentra en el Mediterráneo. Es la construcción mejor conservada de la ruta, con un conjunto superior flanqueado por cuatro torres y con once dependencias, distribuidas en dos niveles.

A lo largo de la ruta, el viajero pasa por tierras de muy variada riqueza cultural, paisajística y gastronómica. Por lo que respecta a la gastronomía, destacan los productos de la huerta de Monzón, los frutales de Lérida, los arroces de Tortosa, el pescado de Peñíscola. Estos son algunos de los mejores restaurantes del recorrido: El Parque, en Monzón (tel.: 974 415 102); Grèvol, en Gardeny; Rosa Pinyol, en Tortosa (tel.: 977 502 001); Casa Jaime (Recomendado por Guía Repsol), con vistas sobre el castillo de Peñíscola.