El Ayuntamiento de Barcelona prevé cobrar entrada para acceder a la zona monumental del parque Güell desde otoño a excepción de los residentes en la capital catalana, y cuyo coste estará por encima de los cinco euros, cifra que aún debe concretarse, ha explicado la concejal del distrito de Gràcia, Maite Fandos (CiU).

La edil ha hecho este martes balance de su primer año de mandato al frente de Gràcia, y entre las cuestiones con más relevancia a nivel de ciudad figura la regulación del acceso al parque Güell, lo que ya se intentó sin éxito en el anterior mandato cuando gobernaban PSC e ICV-EUiA, que lo habían planteado sin hacer pagar entrada. La capital catalana está diseñando un sistema para vender las entradas de antemano, de forma que llegar y hacer la visita sólo será posible si quedan libres, y al estilo de otros monumentos como la basílica de la Sagrada Familia, de forma que se deberá escoger una determinada franja horaria para entrar.

El hecho de que puedan entrar sin pagar todos los barceloneses aún debe avalarse jurídicamente —una normativa europea impide discriminar entre ciudadanos europeos—, si bien con los vecinos de los barrios colindantes no hay problema, ya que el Ayuntamiento se escuda en el derecho de paso y a parque público. "No haremos nada que no se pueda hacer", ha asegurado la concejal, quien también ha justificado que la entrada gratis se restrinja a los vecinos de la ciudad —y no se aplique a todos los catalanes, por ejemplo— porque los barceloneses acaban siendo los que contribuyen a las arcas municipales con sus impuestos.

Según datos de cuando se trató de regular la entrada en el anterior mandato 2008-11, el 86% de visitantes son turistas y el 14% residentes en Barcelona, la mitad de los cuales vecinos de los barrios de Penitents, Vallcarca, la Salut, el Carmel y la Teixonera. El Ayuntamiento quiere destinar lo que obtenga de la entrada a mantener el parque, su zona monumental y la boscosa, y entorno, puesto que el desgaste del parque "no lo tiene que soportar la ciudad de Barcelona", según Fandos, que también es teniente de alcalde de Calidad de Vida.

Pese a la medida, la fesonomía del parque parece que no va a cambiar sustancialmente, pues el Ayuntamiento cree que con unas cintas en unos tres puntos podría ser suficiente para regular la entrada, y se atenderá otra demanda de los vecinos, que en el aparcamiento de la carretera del Carmel de autocares turísticos sólo puedan aparcar los que cuyos pasajeros ya cuenten con entrada. Fandos ha subrayado los trabajos de la Mesa del parque para desarrollar el plan integral de este ámbito, ya que por primera vez se ha logrado poner de acuerdo a la mayoría de agentes implicados.

En rueda de prensa este mismo martes, el líder municipal del PP, Alberto Fernández, se ha posicionado a favor de limitar la entrada en el parque y elaborar un nuevo plan de usos: "Es evidente que debe ponerse coto a las aglomeraciones que impiden el disfrute del parque no sólo a los vecinos sino a los propios turistas".