El procurador y coordinador de IU en Castilla y León, José María González, considera que sería un "golpe de Estado democrático" que el Gobierno central intentara suprimir municipios sin contar con las comunidades autónomas, ya que a su juicio sería "saltarse" competencias.

González, que ha visitado este viernes a los trabajadores de Albitrén acampados en los jardines de entrada a la Estación Campo Grande de Valladolid, ha reconocido que hay que "retocar" tanto la representación ciudadana en las instituciones como la ordenación del territorio.

Sin embargo, ve un posible "ataque" a la representatividad de los ciudadanos y la democracia, por lo que considera que el Gobierno no puede "saltarse" las competencias de las comunidades autónomas en cuanto a legislación local con posibles reformas como la que se prevé que apruebe el Gobierno.

Así, ha insistido en que una cosa es la ordenación del territorio, suprimir diputaciones o apostar por las comarcas y otra cosa es "cargarse" la representación municipal o en las comunidades.

Representatividad necesaria

En este contexto, ha explicado que por ejemplo los 84 procuradores con los que cuentan las Cortes de Castilla y León no le parecen demasiados si se tiene en cuenta que es la Comunidad más extensa de Europa y cuenta con 2,5 millones de habitantes y ha criticado que muchos traten de "atacar la representación" para hacer lo mismo con la democracia.

Además, ha explicado que sólo seis procuradores tienen dedicación exclusiva y ha añadido que desde el punto de vista de la representación proporcional a la demografía se necesitarían más procuradores.

Pero José María González cree que actualmente el problema de Castilla y León no es éste sino los parados registrados y los que no lo están porque realizan cursos, en cuyas casas "no entra ni un solo euro".

En este sentido, ha advertido de que no se someterá a los discursos que "tapan las miserias" que son problemas sociales que no se deben al déficit público sino a las empresas privadas y a la puesta de los recursos públicos a servicio del capital, por lo que ha abogado por defender la democracia pero no por utilizar "tapaderas".