El último presidente del Gobierno socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, retirado de la vida política y con un asiento en el Consejo de Estado, ha vuelto al Congreso de los Diputados del que fue miembro durante 25 años y lo ha hecho a invitación del actual presidente del Congreso, Jesús Posada,. que viene organizando encuentros con amigos y compañeros parlamentarios del PP y de otros partidos vinculados con Castilla y León.

El 26 de marzo, al día siguiente de las elecciones andaluzas y asturianas, ya convocó al expresidente del Gobierno José María Aznar y al vicepresidente primero del Senado, Juan José Lucas.

Las carreras políticas de Aznar, Posada y Lucas han estado estrechamente unidas. Los tres fueron consecutivamente presidentes de Castilla y León: Aznar entre 1987 y 1989, le sucedió Posada hasta 1991 y luego fue Lucas quien tomó el relevo hasta que en febrero de 2001, Aznar le nombró ministro de la Presidencia en un gabinete en el que coincidió con Posada mientras éste ocupaba la cartera de Administraciones Públicas. Después Lucas, que es soriano como Posada, accedió a la Presidencia del Senado.

El culpable de la herencia

Esta vez los invitados son los socialistas José Luis Rodríguez Zapatero y José Antonio Alonso (exministro y exportavoz parlamentario), vinculados políticamente con León. Repite en la convocatoria Juan José Lucas.

Pese a que Zapatero el centro de las críticas del PP, que le culpa de la "herencia" recibida, el presidente del Congreso se ha declarado "orgulloso" de almorzar con el expresidente del Gobierno y de organizar este tipo de encuentros con personas a las que valora, aunque no sean de su mismo partido.

"Me siento orgulloso de esta comida y creo que debo reunirme con personalidades que dan una visión que es muy útil y beneficiosa para el presidente del Congreso, que debe tener un conocimiento plural"m, ha dicho a los periodistas.

Zapatero ha mantenido siempre buenas relaciones con Posada y otros diputados veteranos del Grupo Popular. Cuando el hoy presidente del Congreso llegó al Ministerio de Administraciones Públicas, Zapatero fue el portavoz socialista con quien se encontró en la oposición, aunque pocos meses después daría el salto para liderar el PSOE.

Según Posada, es "una satisfacción personal" reunir a personas con las que ha compartido "mucho años en política", aunque cada uno haya estado en un partido distinto.