La mano de obra necesaria para realizar las labores de plantación de la fresa en la provincia de Huelva se cubrirá exclusivamente con trabajadores locales por segundo año consecutivo. Así lo ha aprobado este miércoles por unanimidad la Comisión Provincial de Seguimiento del Convenio para la Ordenación, Coordinación e Integración Sociolaboral de los Flujos Migratorios en Campaña Agrícola de Temporada, que ha acordado a propuesta del subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera, no autorizar ningún contrato en origen para la fase de siembra, tarea que da empleo a alrededor de 5.000 jornaleros entre los meses de octubre y noviembre.

Se trata de una medida que ya se puso en práctica el pasado año, después de una década autorizándose la llegada de contingente extranjero para estas labores. En 2010, se permitió la contratación en origen de 972 jornaleros marroquíes, de los cuales finalmente se emplearon a 860.

En declaraciones a los periodistas, Pérez Viguera ha asegurado que esta propuesta va a contribuir "en la mejora de la situación de los trabajadores locales y de aquellos municipios con trabajadores en desempleo, que pueden aprovechar estos jornales para mejorar su situación".

"En una provincia con 58.586 desempleados registrados, se hace imprescindible facilitar la contratación de trabajadores locales que están dispuestos a bregar en el campo y, así, reducir la alta tasa de paro que arrastramos en Huelva pese a encadenar cuatro meses consecutivos de reducción en el número de desempleados inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal", ha subrayado Pérez Viguera.

En este sentido, el subdelegado ha resaltado el esfuerzo que están realizando de forma conjunta ayuntamientos, empresarios y sindicatos para priorizar la contratación de mano de obra autóctona, al objeto de tratar de aliviar los efectos de la crisis dando empleo a parados de las localidades freseras de la provincia.

Entre estos trabajadores locales que van a participar en la fase de siembra se encuentran, al igual que en años anteriores, ciudadanos rumanos a los que la normativa, pese a ser comunitarios, les exige autorización de trabajo al reactivarse la moratoria impuesta por la Unión Europea a ese país en julio de 2011. Hasta la fecha se han tramitado 1.700 autorizaciones para trabajar en la plantación de la fresa.

En este sentido, ha insistido en que esta propuesta de contratar cero mano de obra en origen para la plantación es "una garantía para los trabajadores locales" que también pueden acudir a las bolsas de desempleo que han habilitado los ayuntamientos.

Por su parte, el gerente de Freshuelva, Rafael Domínguez, ha señalado que este sistema de no contratar mano de obra en origen para la plantación "funcionó el pasado año", a la par que ha indicado que se trata de "un pequeño número de trabajadores para la plantación que se desarrolla durante un mes", por lo que es "suficiente" la mano de obra local.

Del mismo modo, ha remarcado que suelen ser los mismos trabajadores todos los años porque su función es "muy concreta y específica y la conocen porque están formados" en la materia.

Próxima reunión en octubre

La decisión, por segundo año consecutivo, de no autorizar ningún contrato en origen para la fase de plantación no supone que se haya cerrado de forma definitiva este mecanismo de cara a la recolección de la fresa en la primavera de 2013. Será en el mes de octubre, en la próxima reunión de la comisión de flujos migratorios, cuando se aborde este asunto.

No obstante, Pérez Viguera ha adelantado que en el caso de que vuelva a ser necesaria la llegada de contingente extranjero para la fase de recolección, el número de trabajadores en origen sería similar al autorizado para la campaña agrícola de este año por el anterior Gobierno del PSOE y que supuso un descenso de casi el 60 por ciento respecto a 2011.

Así, para la campaña de 2012 el Ejecutivo aprobó un contingente de 2.547 temporeros no comunitarios para las labores de recolección de frutos rojos y cítricos, de los cuales finalmente se emplearon a 2.409. Se trata, en su totalidad, de jornaleros procedentes de Marruecos, repetidores de más de dos años, que han cumplido el compromiso de regresar a su país de origen y que suponen una mano de obra fidelizada y especializada para el sector. En el año 2011, se autorizó 6.143 contrataciones en origen.