La menor víctima de abusos sexuales ha reconocido haber dicho al acusado que tenía más edad, 15 o 16 años frente a los 12 que tenía en realidad en mayo de 2010, cuando ella se escapó de su casa para estar con él y mantuvieron relaciones sexuales en un parque cercano a la plaza de Las Estaciones en Santander.

Mientras, el acusado, JL.V.P., se ha declarado no culpable en la vista que ha tenido lugar este miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, y ha señalado que él pensaba que la víctima era "mayor de edad" y que ella "nunca le dijo su edad".

También ha asegurado que el día que ocurrieron los hechos se encontraron en las Estaciones pero que no habían quedado y que fue ella quien le reconoció a él en el lugar, donde, tras estar unas dos horas hablando, decidieron de "mutuo acuerdo" mantener relaciones sexuales.

La víctima ha indicado que "nunca" le dijo al acusado su verdadera edad, aunque ha señalado que él "tampoco" le preguntó, y que éste sólo sabía sus supuestos años por el perfil que ella tenía en la red social Tuenti, a través de la que se conocieron y en donde había mentido para poder abrirse una cuenta —ya que esta red social no permite inscribirse a menores de 14 años—.

La menor, que en la actualidad tiene 15 años, ha explicado que en las conversaciones que mantuvieron por Internet ninguno de los dos "decía la verdad" y que, tras establecer relación en esta red social, él fue a visitarla a su municipio, algo que el acusado ha desmentido y una amiga de la víctima ha ratificado, ya que la acompañó a uno de esos encuentros.

La víctima ha detallado que aquel día, 7 de mayo de 2010, habían quedado en Santander y que no era su primer encuentro, mientras que el acusado ha negado haberla visto antes, al igual que ha dicho que en ningún momento supo que ella se hubiese fugado de casa.

La menor salió de su localidad en el autobús del colegio, al que no asistió, y ya no regresó por la tarde. Su padre, según ha relatado en la vista, preguntó a sus amigas pero ninguna sabía nada y ha hecho hincapié en que "en ningún momento" pensó que su hija se había escapado, sino que "le había pasado algo".

Pasaron las horas y como la niña no aparecía y tenía el teléfono móvil apagado, el padre comenzó a "preocuparse" y ponerse "intranquilo", por lo que comenzó a telefonear a las madres de sus compañeras de clase; y una de ellas, junto con su hija, indagó a través de Tuenti y supo que la menor había quedado en Santander. Esa tarde el padre, al que no avisaron de que su hija había faltado al colegio, denunció la desaparición de la joven a la Guardia Civil.

El progenitor ha señalado que al día siguiente su hija le llamó y fue a recogerla a Santander, donde la llevó al centro La Cagiga para hacerla, recomendado por la madre de una de sus compañeras de clase, un reconocimiento médico, al que la menor se negaba porque "estaba asustada y tenía miedo", por lo que él tuvo que autorizarlo.

El padre cree que su hija no había mantenido relaciones sexuales antes, aunque no puede asegurarlo porque ella "nunca" se lo había dicho. Además, ha indicado que, a raíz de lo ocurrido, a su hija "le cambio la personalidad".

Después de los hechos, el Gobierno de Cantabria se hizo cargo de la custodia de la niña porque consideraba que había "una desprotección grave" por parte del padre, que tiene la custodia de la menor, ya que la madre vive en el extranjero.

"parecía mayor de 12 AÑOS"

Una de las asistentas sociales que se hizo cargo de la menor, durante tres meses, ha asegurado que ésta "aparentemente parecía mayor de 12 años por como se vestía, se peinaba y se arreglaba" pero ha asegurado que, cuando se mantenía una conversación con ella, "se veía que era una niñita".

Además, ha indicado, cuestionada por el juez, que el "aspecto" de la niña era "similar" al que tenía este miércoles en la vista, con la única diferencia que "ahora lleva extensiones". Una cuestión relevante al coincidir Fiscalía y defensa en que la joven "aparenta" más edad de la que tiene.

A este respecto, tanto la Fiscalía como la defensa, han preguntado por el apelativo 'bebé', con el que el acusado se dirigía a la víctima por Tuenti. El joven ha asegurado que "sólo se trata de una expresión" y que no tiene nada que ver con la edad, algo que la menor ha ratificado diciendo que en los países sudamericanos es "como decir cariño".

PENAS

La Fiscalía sigue pidiendo siete años de prisión y una multa de 6.000 euros por daños morales al acusado, ya que, al igual que la asistenta social, cree que, a pesar de aparentar más edad, la hablar con la víctima "se ve que es una niña" por "su actitud".

Por su parte, la defensa ha insistido en sus conclusiones que el acusado "no tenía conocimiento" de la edad de la menor, que además "parece mayor" de lo que es, por lo que considera que "no es culpable de abusos sexuales".

Además, la abogada defensora ha hecho hincapié en que, a su juicio, ha quedado demostrado que la niña "no tiene buena relación con su padre", una situación que "ha provocado estos hechos".