El profesor titular de la Universidad Politécnica de Madrid, José Manuel Vasallo, coordinador del estudio 'Tarificación de Infraestructuras de Transporte en la UE: Adecuación del sistema español y su aplicación a la red viaria' ha abogado por la coordinación entre las Administraciones Públicas, en el caso de que finalmente el Estado decido implantar el pago en las autovías.

Vasallo ha realizado estas manifestaciones en una atención a los medios de comunicación antes de presentar el estudio en la sede del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunitat Valenciana.

El profesor ha destacado que "cada red tienen una titularidad", hay unas carreteras que son del Estado y otras de las Comunidades Autónomas, "pero para el usuario es la misma, lo lógico es que hubiera un acuerdo —entre las Administraciones— para implantar" el pago por uso. En este sentido, ha apuntado que la Comunidad de Madrid ha anunciado que aplicará el pago por uso, "pero si no se coordina con otras Administraciones será poco efectivo".

El estudio refleja que en el caso de que finalmente España implante el pago por uso "se podría ingresar alrededor de 4.500 millones de euros anuales". Ese pago se haría "de manera razonable en vías de alta capacidad, autovías y vías convencionales donde se desvíe el tráfico".

Vasallo ha apuntado que en España "todavía no hay decisión política de aplicar esa directiva" porque de momento la directiva comunitaria, Euroviñeta, no es de obligada aplicación. Lo que se establece es que si se lleva a cabo hay que hacerlo como dice la directiva." La decisión política no está tomada. Me da la impresión de que el Gobierno lo considera junto a otras muchas medidas", ha agregado.

3

Euros cada 100 KILÓMETROS

El pago que tendría que hacer el usuario sería en nivel "más bajo" que en las actuales autopistas de peaje. El abono estaría alrededor de 3 euros por cada 100 kilómetros para vehículos ligeros y 8 euros cada 100 kilómetros para los pesados y de gran tamaño. Las carreteras afectadas serían las de alta capacidad, las autovías y las carreteras convencionales de mayor tráfico y "especialmente en las que se pueda desviar el tráfico". La red afectada rondaría los 25.000 kilómetros.

El sistema de cobro electrónico de peaje se puede hacer dos formas "fundamentalmente", la de satélite y la de pórticos DSRC. En la primera el coche incorpora un GPS que transmite la posición del vehículo a un centro de control y se asocia a una tarifa. El DSRC es un sistema de una antena en un pórtico que detecta el paso por debajo. "Todo esto genera problemas para perseguir el fraude, porque si un vehículo no dispone de medios de pago no se le puede parar fácilmente en la vía, por lo que requiere reformas legales", ha explicado.

La inversión para instalar estos sistemas de pagos sería de alrededor de 600 millones de euros, "dependiendo del sistema que se implante". Por su parte, los beneficios para el usuario a corto plazo "serían pocos y al largo plazo se dispondría de una fuente de recursos para mantener las carreteras en mejor estado". "En los últimos tiempos se ha reducido la inversión en mantenimiento de carreteras y eso eleva la accidentalidad", ha destacado.