La boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton celebrada en abril del año pasado fue, quizá, una de las responsables de que se revisaran algunas tendencias nupciales que habían brillado hasta la fecha en las revistas del cuore.

El estilo romántico y discreto de la princesa Catalina, elevada a poderosa trendsetter poco después, provocó que muchos volvieran su vista a los una vez denostados encajes y dejaran de mirar con recelo el modelo con el que tres años antes se había casado Belén Esteban, muy similar al de la nueva esposa del príncipe Guillermo.

Numerosos expertos destacaron la acertada elección de la duquesa de Cambridge, que combinaba "sencillez" y  "sofisticación" en la prenda de alta costura que  había sido diseñada por la casa Alexander McQueen.

Desde entonces, son muchas las famosas que se han decatado por el romanticismo en sus trajes nupciales. Es el caso de las presentadoras Raquel Sánchez Silva y Patricia Conde, la actriz Esmeralda Moya, la aristócrata Carolina de Borbón, la gogo y extronista Tamara Gorro y la modelo Astrid Klisans, esposa de Carlos Baute. Todas ellas contrajeron matrimonio en las últimas semanas y optaron por modelos dulces y sin estridencias.

Si hace unos años triunfaron las líneas rectas, las aristas abruptas y los abullonados, ahora estos han perdido presencia y volumen en pos de caídas más naturales y lánguidas. Los volantes, sin embargo, siguen de actualidad, como demostró Esmeralda Moya. Los velos de encaje son otras de las tendencias en las famosas. A esta se acogen todas excepto Patricia Conde, que luce pelo suelto y descubierto. También los tejidos se llenan de filigranas y bordados.

Asimismo, como si se tratara de una tendencia más, tres de las novias de este listado han compartido al menos una foto de su boda, de forma gratuita, con sus seguidores y a través de Internet.  Aquí están las imágenes de todas y sus vestidos:

Raquel Sánchez Silva ha regalado varias instantáneas de su gran día a través de su perfil en Twitter. Es una las partidarias del velo con encaje, muy extendido. Su vestido tiene un original aire vintage y guarda más de una sorpresa. Pese a que ha sido diseñado por Ion Fiz, la presentadora ha colaborado ampliamente en el patrón e, incluso, en la selección de los materiales.  Raquel ha confesado que la falda del vestido era una colcha de sus bisabuelos. Esa era la razón de que el bajo tuviera cuatro picos. Sin duda, toda una obra maestra de reciclaje de la empleada de Mediaset, que ahora se encuentra en Italia disfrutando de su luna de miel... en vaqueros.

Patricia Conde ha publicado este posado virado a un tono sepia en su blog oficial. La actriz y presentadora, con un gran sentido del humor, ha divulgado esta imagen donde el novio —marido desde el pasado 30 de junio-, el empresario Carlos Seguí, tiene una de sus manos apoyada en una de las posaderas de Patricia. Aunque Conde opta por la simplicidad, la siempre sexy expresentadora de Sé lo que hicisteis se atreve con un escote generoso por la espalda. La riqueza del tejido compensa la sobriedad en las líneas.

Esmeralda Moya. Su vestido es uno de los modelos más exitosos de las últimas temporadas de Rosa Clará. De talle bajo, la falda termina en una colección de volantes. La actriz mostró el vestido en una fotografía que colgó en su perfil de Twitter junto a otras en las que aparece con el novio, su compañero de reparto en la serie Homicidios Carlos García. Como Sánchez Silva, no prescindió del velo clásico, aunque ella se decantó por el escote palabra de honor —la unica que lo ha hecho de este listado, por cierto—.

Princesas, presentadoras y actrices coinciden en sus elecciones nupciales. Como las anteriores, Carolina de Borbón lució en su enlace un vestido romántico y de formas sencillas firmado por el modisto holandés Addy van den Krommenacker. Curiosamente, la princesa también se decantó por el reciclaje: el encaje que adornaba el velo y las mangas, elaborado en Brujas, era el que su madre había utilizado en su boda, en 1964. Carolina contrajo matrimonio con Albert Brenninkmeijer en la Basílica de San Miniato al Monte de Florencia.

Astrid Klisans celebró el pasado sábado su boda religiosa con el cantante Carlos Baute en El Escorial (Madrid). Para la ocasión lució un traje de Manuel Mota de cuerpo sirena. La suavidad de las líneas contrastaba con la riqueza de la tela, tallada en encaje y con discretos detalles de pedrería. Además constaba de unas mangas transparentes. También los pendientes, unas perlas clásicas, y el recogido, eran mesurados, sin grandes alardes. En la boda civil, la novia había elegido un traje del mismo diseñador, aunque aquel era corto y con un desenfadado volumen.

Tamara Gorro también se puso en manos de Manuel Mota para su traje nupcial. Este era un bello ejemplo recorrido por encaje y bordados de arriba abajo, así como por algún detalle de pedrería. El peinado era un moño tirante efecto wet (mojado). La blancura rota del traje —color elegido por todas las anteriores- conjuntaba con el blanco nuclear del traje de novio, el jugador del Benfica Ezequiel Garay, una elección que no ha sido tan aplaudida en los foros de moda.