Un paseo por Jumilla y sus alrededores, tierra de vino

  • Las sierras de Santa Ana, El Carche y El Buey dan la bienvenida a Jumilla.
  • Paisajes de viñedos de uva monastrell se alternan con campos de lavanda.
  • Archena está anclada en el corazón del Valle de Ricote.
  • Los baños de Archena, agua mineromedicinal en la que se bañaron los romanos.
Jumilla concentra el 80% del cultivo de uva monastrell de esta zona costera.
Jumilla concentra el 80% del cultivo de uva monastrell de esta zona costera.
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Jumilla concentra el 80% del cultivo de uva monastrell de esta zona costera.

La producción de vino es la razón de ser de Jumilla, aunque no su único atractivo. Paisajes de viñedos de uva monastrell se alternan con campos de lavanda

Las sierras de Santa Ana, El Carche y El Buey dan la bienvenida a Jumilla, cuyo castillo vigila desde el cerro el casco histórico y las viñas que circundan esta localidad murciana, volcada en la producción de vino.

Por las calles de Jumilla

En contraste con los recios muros de su fortaleza sobresalen en Jumilla algunas joyas del modernismo, como el mirador de la Casa de Doña Pepita y el Teatro Vico. El Arco de San Roque anuncia el antiguo camino a Granada y conduce a la plaza de Arriba, donde se erige el Palacio del Concejo, actual sede del Museo Arqueológico Municipal.

La avenida de la Libertad conduce al Casón, monumento funerario tardorromano, y la avenida de la Asunción al Jardín Botánico, un refugio perfecto alejado del calor y del ruido. El lugar rebosa encanto: calles empedradas, casas-cueva y, de frente, el Castillo de Jumilla. Cerca del casco urbano se encuentra la ermita de San Agustín, en la que destacan sus cúpulas cubiertas de tejas de cerámica azul y blanca.

Saliendo por la N-344, en dirección a Valencia, encontramos el camino que asciende al castillo, donde se conservan aljibes árabes del siglo XIII. La Terraza de Armas brinda magníficas vistas a la Sierra de La Pedrera, en la que se han descubierto pinturas rupestres. Dirección Murcia, la N-344 conecta con la A-30, que muestra la salida a Archena.

Archena, la "pequeña Palestina"

El Castillo de Don Mario indica la entrada a Archena, villa anclada en el corazón del Valle de Ricote, conocido como “La pequeña Palestina“ por su similitud paisajística: áridas montañas que contrastan con zonas de vegetación. Del casco urbano destaca el Palacete de Villa Rías, antigua casa de verano de finales del XIX. Hoy es el Centro de Interpretación Turística del Valle de Ricote, que exhibe piezas cerámicas de gran valor, halladas en el yacimiento ibérico Cabezo del Tío Pío.

En los baños de Archena, a 1,5 km de la localidad, emanan aguas mineromedicinales en las que ya se bañaban los romanos. La distribución actual del balneario se diseñó a finales del siglo XIX. Su casino es de estilo neoclásico y el hotel Termas alberga una réplica de la fuente del Patio de los Leones de la Alhambra. Por la MU-554 y la MU-411 se llega hasta Fortuna, municipio también bendecido por aguas curativas.

En esta localidad, frente al Balneario de Leana, se encuentra el yacimiento Baños Romanos. Desde Fortuna se accede por un camino a La Cueva Negra, un lugar de culto romano. Por la  C-3223, dirección Murcia, se atraviesa el Humedal del Ajauque, cuyas aguas poseen el índice de salinidad más alto de Europa.

La pera, otro producto selecto de Jumilla

Hay que destacar otro producto, además del vino, que anima a viajar a estas tierras: la pera de Jumilla, también con Denominación de Origen. Es de la variedad ercolini, de pulpa blanca y jugosa, muy dulce y ligeramente perfumada. Quien haga el recorrido puede saborearla a partir de finales de junio. La ruta termina bordeando el embalse de Santomera, un remanso de paz en tierras murcianas.

El vino de Jumilla

La tradición vitivinícola de Jumilla se remonta a la época ibérica. Prueba de ello son los restos de vides cultivadas hace 5.000 años. Aquí se concentra el 80% del cultivo de uva monastrell de esta zona costera, por ser la que mejor se adapta al suelo seco. En Jumilla destacan los vinos jóvenes suaves pero de gran cuerpo, de color intenso y sabor afrutado.

Son los llamados semi crianza, con no más de seis meses en barrica. Los crianzas y los reservas comienzan a hacerse un hueco tras años de desarrollo, así como los blancos. Especial arraigo tiene el vino dulce, que expresa a la perfección las propiedades de la uva monastrell.

El vino está incluido en la dieta mediterránea. Contiene polifenoles con poder antioxidante. Su valor calórico proviene del alcohol que contiene y su consumo moderado en adultos sanos puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Lo que tienes que saber...

  • Productos de la zona
    La pera (variedad ercolini) de Jumilla goza de una Denominación de Origen Protegida, al igual que sus sabrosos quesos de cabra. Estos se comercializan en piezas cilíndricas de diferente tamaño (el graso se distingue porque prácticamente no tiene corteza). Es tradicional comerlo frito y con tomate.
  • Qué comprar
    La Casa del Artesano, un edificio renacentista del siglo XVI en el casco antiguo de Jumilla, acoge exposiciones sobre la artesanía del lugar: el esparto, la forja, la cerámica y los bordados. Allí también pueden adquirirse recuerdos de la zona y productos típicos como vino, queso y aceite.
  • Mejor época para hacer la ruta
    En primavera y otoño las temperaturas son más suaves y el paisaje adquiere su mejor color. El invierno resulta ideal para hacer excursiones.
  • Fiestas
    La Semana Santa de Jumilla arranca el Domingo de Ramos con la bajada del Cristo Amarrado a la Columna, obra de Salzillo, desde el Convento de Santa Ana hasta la Iglesia Mayor de Santiago. En honor al principal medio de vida de la zona, en torno al 15 de agosto se celebran, también en Jumilla, actos como la Ofrenda de Uvas o la Cabalgata Tradicional del Vino.
  • Sorpresa
    Los amantes de las excursiones  pueden emprender un delicioso paseo fluvial siguiendo el curso del río Segura. Arranca junto al Balneario de Archena y concluye, tras siete kilómetros, en el Parque del Río Muerto. Salen al paso el Puente de Hierro y seis norias de elevación de agua, entre ellas, la más imponente de todas: La Acebuche.
  • Visita obligada
    El segundo paseo fluvial más largo de Murcia discurre por el río Segura. Arranca junto al Balneario de Archena y concluye, tras 7 km, en el Parque del Río Muerto. En su camino se encuentran el Puente de Hierro y seis norias de elevación de agua, entre las que destaca la de Acebuche, en la pedanía La Algaida.
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