Agencias de calificación: ¿necesarias o meras oportunistas durante la crisis económica?

  • Las agencias de calificación de deuda o 'rating' cobraron un gran protagonismo a raíz del estallido de la crisis económica y financiera a nivel mundial.
  • "El problema no son las agencias, sino la situación económica de bancos y países", asegura el director del Instituto Superior de Técnicas Bancarias.
  • Moody's rebaja de golpe la solvencia de 28 bancos españoles.
La sede central de Standard & Poor's en Nueva York (EE UU).
La sede central de Standard & Poor's en Nueva York (EE UU).
Justin Lane / EFE
La sede central de Standard & Poor's en Nueva York (EE UU).

Moody's, Fitch, Standard & Poor... eran nombres desconocidos para la mayoría de los ciudadanos hace tan solo unos meses. Sin embargo, las agencias de calificación de deuda (o de rating) cobraron un gran protagonismo a raíz del estallido de la crisis financiera, normalmente por rebajar la nota de entidades bancarias y deuda pública de países como España, Grecia e Italia.

Este mismo lunes, Moody's realizó la mayor rebaja de valoración sobre las entidades bancarias españolas, dejando a gran parte de ellas a un paso del bono basura y advirtiendo sobre otra posible calificación a la baja de esas cajas y bancos. La agencia argumenta su decisión en dos puntos: la "menor fiabilidad" de la deuda soberana española, que afectaría a la capacidad del Estado para ayudar a la banca, y además la expectativa de que la banca sufrirá en el futuro mayores pérdidas por su exposición al ladrillo.

Tras este anuncio, las críticas sobre Moody's, y por extensión sobre las agencias de calificación, no han cesado. El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, aseguró que las agencias de rating están siendo "poco objetivas" en su calificaciones a los bancos, y también un "poco oportunistas".

"Hace unos meses, se entendía la bajada por las incertidumbres que había. Pero ahora no, especialmente cuando se ha aprobado la ayuda europea y ya se han puesto en marcha los decretos para sanear los activos inmobiliarios", afirma un alto cargo financiero, que ha preferido mantenerse en el anonimato.

"Moody's anticipa que el sector bancario va a necesitar más apoyo externo, sin contar con que Europa ya ha prometido una línea de crédito de hasta 100.000 millones. Realmente, pensábamos que, a la vista de lo sucedido, la agencia iba a mantener o a subir la calificación, no a bajarla", apunta el mismo directivo.

¿Han perdido credibilidad las agencias?

"Si existiera otro organismo calificador que no fueran las agencias seguiríamos teniendo la misma solvencia", asegura Fernando Robles, director del Instituto Superior de Técnicas y Prácticas Bancarias (ISTPB). Es decir, el problema "no son las agencias de calificación", sino la "situación económica de bancos y países". "La legislación actual impide que podamos prescindir de ellas, ya que son los únicos organismos que emiten juicios y evalúan tanto a empresas como a bancos, además de deuda soberana", explica Robles.

¿Existen alternativas? Hoy en día no. "La solución podría ser que fueran los propios bancos centrales los que evaluaran a entidades menores, o establecer una normativa europea para determinar la solvencia sin necesidad de pasar por estas agencias", detalla el director del ISTPB. No obstante, no es fácil acabar con este sistema tan necesario para que las entidades consigan créditos.

Además, ahora se pone en duda su capacidad y credibilidad (se cree que no cuentan con todos los datos necesarios para las evaluaciones y sus modelos valorativos no son muy conocidos), pero "nadie se acuerda de cuando Standard & Poor's, Moody's y Fitch calificaban a nuestras cajas y nuestra deuda pública con una triple A". Robles también recuerda que son las propias empresas y bancos los que solicitan a las agencias que les califiquen, un hecho que ha llevado en ocasiones a criticar su objetividad.

Principales agencias

El sector de calificación financiera está controlado por Standard & Poor's, Moody's y Fitch, tres empresas neoyorquinas que acaparan el 90% del mercado y que comparten sistemas de medición muy similares. Por ese motivo, no es raro que cuando una de ellas efectúe una calificación, las otras dos le sigan.

  • Moody's: fundada el 1909 por John Moody, la Moody's Corporation se dedica a la investigación financiera a nivel internacional y califica la solvencia de los organismos que lo soliciten, normalmente empresas, bancos y Gobierno que necesiten evaluar su deuda pública.  La agencia neoyorkina evalúa al 40% del mercado mundial. Warren Buffett es uno de sus propietarios. Ha sido acusada de especular con los mercados y de atacar a la economía europea. Sus ingresos en 2012 superaron los 1.600 millones de euros.
  • Fitch: en 1913, John Knowles Fitch fundó el Fithc Group, una consultora y una agencia internacional de calificación crediticia que tiene su sede en Londres y Nueva York. Sus ingresos superaron los 580 millones de euros el año pasado y tiene a su cargo más de 2.000 empleados. Esta agencia cubre una parte menor del mercado en comparación con Moody's y S&P.
  • Standard & Poor's: la más antigua de las tres grandes agencias, fue fundada en 1860 y es una división de la empresa McGraw-Hill. Calificó con triple A los bancos islandeses poco antes de su quiebra y los paquetes de hipotecas subprime o basura. S&P ganó en los nueve primeros meses de 2011 más de 442 millones de euros, un 2,6% más respecto al mismo periodo del año anterior.
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