El consejero municipal de Acción Social y Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza, Roberto Fernández, ha anunciado que "mucho antes del mes de diciembre" el equipo de gobierno aprobará un Plan estratégico de acción social y ha precisado que será "serio".

Fernández ha respondido con este anuncio a la petición del grupo municipal del Partido Popular (PP), que ha presentado una moción en la que se exige al Gobierno de Zaragoza que presente dicho Plan porque lleva 9 meses de retraso.

"Presentaremos un Plan estratégico de acción social, serio, que no salga de las peticiones que generan alarma social sobre la población", ha precisado Fernández.

En rueda de prensa, ha criticado al PP que es "intolerable hacer política sobre la alarma social cuando el Gobierno de Aragón pone en peligro todo el sistema de servicios sociales" para estimar "pone en riesgo el estado del bienestar" porque "no sabemos la financiación que tendrá el Ayuntamiento" del convenio que anualmente se suscribe con el Ejecutivo autonómico y "no podemos hacer una programación".

Roberto Fernández ha reconocido que la situación de los servicios sociales municipales "no es idílica", pero ha asegurado que "hacemos un esfuerzo" para aportar el dato de que ante una media de 28 días atender las peticiones "se ha bajado a una media de 8 días".

Tras dejar claro que "ya he pagado a todas las empresas" que desempeñan actividades en este área ha recalcado que "ninguna se ha quedado desatendida".

En cuanto al plan de choque que también reclama la oposición, Fernández ha aseverado que "sólo con funcionarios no se puede hacer y el Ayuntamiento de Zaragoza necesita economías y colaboración institucional".

Así, ha reclamado conocer qué cuantía se conveniará con el Ayuntamiento de Zaragoza de los 412 millones del Plan estratégico de servicios sociales aprobado recientemente por el Gobierno de Aragón.

La magdalena

Sobre la situación provocada este miércoles en el centro de servicios sociales de La Magdalena que tuvo que cerrar por unas horas ante la falta de personal, ha explicado que "al quedarse por un tiempo con un sólo trabajador se aplicaron las normas que conlleva el cierre hasta que se reincorporaron los compañeros".

"Del total de los trabajadores de este centro, dos estaban de baja, otros tuvo que ausentarse por enfermedad de un familiar, otro trabajador estaba desarrollando su trabajo fuera del centro y otro había cogido un día libre que reglamentariamente le correspondía por lo que se quedó una persona sola y se tomó la decisión reglada de cerrar por unas horas", ha relatado Fernández.

Consecuencia de esta situación, que ha asegurado "ha sido excepcional y no estructural", ha informado de que "he dado instrucciones para que sea la jefa de unidad la que revise el cuadrante de actividad para evitar que vuelva a ocurrir".