El verano es un tiempo difícil para el cabello. El calor, el sol directo, el agua del mar y de las piscinas, el tiempo continuado al aire libre… son duras pruebas para el pelo. Por eso peinarse en verano es más difícil pero más necesario.
En los cambios de estación es normal notar el cabello más seco, estropeado o difícil de peinar. Y al encontrarse más frágil es más propenso a la rotura.
En verano son habituales los enredos del pelo. Para facilitar su desenredo y mantener por más tiempo su integridad hay algunas pautas que nos pueden ayudar.
Desenredar el cabello será siempre más fácil si utilizamos un buen acondicionador. Incluso pelo más encrespado, ondulado o rizado se desenreda fácilmente si es acondicionado correctamente.
Para que un acondicionador actúe mejor, es aconsejable retirar el exceso de humedad del cabello. Es muy importante extenderlo de medios a las puntas puesto que es la parte del cabello que más lo necesita.
Pero si aplicamos mascarilla, los peines de púas son los aliados perfectos para repartir la mascarilla de la raíz a las puntas, un gesto fácil para devolver el movimiento y la soltura a nuestra melena.
En todo caso, en verano, para peinar el cabello en seco o en mojado, se recomienda usar un peine con púas redondeadas, que desenreda sin martirizarnos.
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