El denominado Proyecto de Ley de Medidas Urgentes en Materia Tributaria de Extremadura ha salido adelante en un formato expansivo, caracterizado por una subida generalizada de impuestos motivada por las diferentes combinaciones entre los grupos a la hora de apoyarse unos a otros en la votación de las enmiendas.

En conclusión, el Gobierno regional, del Partido Popular, se encontrará con unos ingresos sustanciales merced a la aprobación en el pleno de este jueves del nuevo canon del agua tal cual consta en su propuesta; de la ecotasa a hidroeléctricas y termonucleares más elevada de las presentadas, que es la que defiende el PSOE; y además de la subida del céntimo sanitario al tope máximo posible, tal cual reclama Izquierda Unida desde el proceso negociador previo.

Es decir, cada una de las fuerzas políticas presentes en la cámara autonómica ha conseguido imprimir su sello al alza en el proyecto de ley, introduciendo en cada caso aquella figura impositiva de mayor calado en términos recaudatorios. Con este resultado, la Comunidad Autónoma ve garantizado el cumplimiento del déficit del 1,5% del PIB a final de año.

Además, de esta forma se palía con creces la caída en el pleno anterior del otro proyecto, el de contención del gasto, que venía a completar el plan de equilibrio financiero.

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Casco no votó

El dictamen definitivo ha sido aprobado, como era previsible, por los votos a favor del PP, el rechazo del PSOE y la abstención de dos de los diputados de IU, toda vez que, por motivos que se desconocen, Víctor Casco, afín a la denominada corriente crítica, no activó su voto.

En el debate y subsiguientes votaciones quedaron finalmente fuera, por coincidencia de los tres grupos, el impuesto a las bolsas de plástico, que en los últimos días ha recibido serias críticas desde el empresariado regional por el impacto que causaría en el comercio, así como el que gravaría, en su caso, los parques eólicos que se fueran instalando en lo sucesivo en la región, también cuestionado por su posible efecto disuasorio sobre los promotores interesados en radicarse en la comunidad.

También ha quedado fuera, al quedarse sola IU en su propuesta, la eliminación de las exenciones y bonificaciones a las cajas de ahorros extremeñas, toda vez que ya se han integrado en grupos bancarios. En este caso PP y PSOE no respaldaban la enmienda izquierdista por su posible impacto en las oficinas rurales y en las plantillas.

De haber entrado, lo que no ha sucedido, los tres gravámenes mencionados, la subida global de impuestos y tributos en Extremadura, tanto a ciudadanos como a empresas, hubiera sido la máxima posible y abarcado todos los ámbitos posibles a día de hoy, al sumar todas las opciones presentadas por los grupos y cada una de ellas en su cuantía mayor.

Se da, por otra parte, la circunstancia de que el Grupo Popular se sumó finalmente al PSOE e IU para que resultara aprobada la ecotasa en su versión de mayor alcance, que es definitivamente de 0,005 euros por kilovatio, frente a los 0,0042 que defendía IU sobre un punto de partida actual de 0,0037.

Además, dicha tasa abarcará, como quiere el PSOE, las grandes hidroeléctricas, quedando un 0,0010 para las de menos de 10 mw, y a su vez, como ha planteado IU, los postes eléctricos y las antenas de telefonía con 700 euros por kilómetro instalado y en funcionamiento.

Respecto al denominado 'céntimo sanitario', se va al tope legal máximo de 4,8 céntimos por litro, quedando exentos profesionales y agrícolas, planteamiento de IU respaldado por el PP y que, como se preveía, sale adelante.

En cuanto al nuevo canon del agua, queda tal cual ha planteado el Ejecutivo regional, con la abstención de IU, con una cuota de cuatro euros en núcleos secundarios y de dos euros en el resto.

En conjunto, el Ejecutivo manejará de aquí a fin de año una cantidad extra que rondaría los 60 millones de euros, procedentes de los seis meses de cobro de la ecotasa (hasta 30 millones); del canon del agua (15) y del céntimo sanitario (otros 15).