El cara a la pared puede salir caro

Expulsar a un niño de clase puede ser una vulneración del derecho a la educación.
Los antiguos maestros que defendían el lema La letra con sangre entra son cosa del pasado. Los tiempos han cambiado y hoy se entiende que la relación alumno-profesor debe basarse en el respeto mutuo. Sin embargo, en la actualidad, los profesores han de andarse con mucho ojo. Además del estrés que muchos de ellos sufren a causa del mal comportamiento del alumnado o de las amenazas que reciben, tienen que protegerse jurídicamente en gestos tan cotidianos como echar a un niño de clase o quitarle el móvil si está molestando.Requisar el teléfono al niño para que no hable en clase puede convertirse en apropiación indebida, y acompañarlo a casa porque sus padres no lo recogen puede acabar en una denuncia por secuestro. Todas estas acciones, aunque de buena fe, pueden llevar al profesor ante el juez.

Por eso, Quart de Poblet ha organizado un seminario sobre Responsabilidad jurídica en la práctica docente. El curso empieza hoy a las 13.00 h en la casa de cultura y lo imparte Carmen Perona, del sindicato CC OO.

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