Un equipo de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Rioja ha sido seleccionado para la fase final del concurso nacional de control de vehículos aéreos no tripulados en el que competía con 22 grupos de otras universidades españolas que trataban de desarrollar sistemas de control de un cuadricóptero -o helicóptero de cuatro hélices- capaz de volar de forma autónoma.

El equipo de ingenieros de La Rioja, clasificado en cuarto lugar después de la primera fase del concurso, disputará el primer premio con otros cinco que representan a las universidades Politécnica de Madrid (2), Autónoma de Barcelona, Vigo y Complutense de Madrid en la fase final que tendrá lugar en septiembre en Vigo durante las XXXIII Jornadas de Automática.

Componen el equipo de la Universidad de La Rioja los alumnos de Ingeniería Industrial Santiago Suanes y Teresa Sáez, y los investigadores en formación Javier Rico y Silvano Nájera, bajo la dirección de la profesora Montserrat Gil, del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la UR.

Los vehículos aéreos no tripulados (UAV por sus siglas en inglés, Unmanned Aerial Vehicle) son aeronaves que vuelan sin tripulación humana a bordo, y por tanto están dotadas del equipamiento necesario para volar autónomamente. Su empleo está orientado a la realización de tareas tediosas, arriesgadas, o de alto coste para la intervención humana.

Dentro de los UAVs existe una categoría de vehículos de menor tamaño que cuentan con cuatro motores y que se denominan cuadricópteros o cuatri-rotores. En este tipo de dispositivos se centra el concurso nacional en que han competido los representantes de la UR. El objetivo del concurso es desarrollar sistemas de control de los vehículos, de forma que puedan seguir trayectorias de forma autónoma, de acuerdo con las instrucciones facilitadas por el Grupo de Ingeniería de Control del Comité Español de Automática, organizador del evento.

El reto para los equipos participantes es lograr el mejor control de la aeronave de tal modo que alcance diferentes puntos de la forma más rápida y fiel posible de acuerdo con la trayectoria recta que los une. La mayor complejidad para el control de estos dispositivos reside en la limitación de velocidad de los propulsores y la fácil desestabilización del vuelo, que viene agravada por agentes externos como el viento.

Aplicaciones de los vehículos aéreos no tripulados

El concurso pretende fomentar la investigación y el desarrollo de este tipo de sistemas aéreos no tripulados, que han sido objeto de interés creciente por parte de la comunidad científica y académica, debido a la multitud de aplicaciones potenciales que tienen. Se ha pasado de objetivos puramente militares a múltiples aplicaciones civiles de tipo industrial, agrícola, de emergencia o de exploración.

Por ejemplo:

Inspección de terrenos o cultivos, de conducciones, de edificaciones y de líneas eléctricas de alta tensión.

Exploración científica (por ejemplo los vehículos empleados en la exploración del planeta Marte).

Agricultura y bosques, por ejemplo para la distribución de pesticidas.

Filmación: cartografía aérea, retransmisiones deportivas y rodaje de películas.

Tareas de vigilancia y reconocimiento: por ejemplo, de explosivos o minas, dada la capacidad de los UAVs para sobrevolar y operar a baja altura.

Labores de rescate o de riesgo: por ejemplo la intervención en terremotos, inundaciones, incendios, explosiones volcánicas o en caso de desastre nuclear.

Vigilancia de tráfico, líneas costeras, etc.

El equipo de ingenieros de la UR recibe financiación de un proyecto IMPULSA de la Comunidad Autónoma de la Rioja, en el que además de los investigadores mencionados participan activamente los profesores Carlos Elvira Izurrategui, profesor de Ingeniería Eléctrica en la UR, Jorge Elso Torralba, profesor de la Universidad Pública de Navarra, y Jesús Alberto Zambrano, investigador contratado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica.

Todos ellos pertenecen al Grupo de Investigación de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UR, mientras que la adquisición de la aeronave ARDRONE ha sido cofinanciada por el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la UR.