Pilar Alonso jamás llegó a conocer al bebé de Marta, su amiga de la universidad. La joven, de 33 años, conducía hacia el domicilio de su compañera en Tres Cantos cuando Pedro, un conductor sin carné, ebrio y temerario, se cruzó en su camino a una velocidad de 124 kilómetros por hora, según dictaminaron los forenses del caso.

Ambos vehículos circulaban por una vía limitada a 40 km/h cuando el coche que conducía Pedro impactó de forma brutal contra el de Pilar, que falleció "a consecuencia de la sección completa de la aorta", según refiere la sentencia.

El juez admite también que Pedro conducía sin respetar la señalización y bajo los efectos del alcohol. Por todo ello le ha condenado a 21 meses de cárcel y a indemnizar con 70.000 euros a los padres de la joven.

El conductor, condenado por homicidio imprudente, no solo acabó con la vida de Pilar, sino que tampoco le prestó ningún auxilio tras el accidente. Es más, se marchó a su casa, se cambió la ropa ensangrentada por otra y, tras hablar con su primo, regresó al lugar del accidente, donde fue identificado por los testigos.