Calatrava cree que el presupuesto de la Ciudad de las Artes es "incluso modesto"

  • El arquitecto cree que ha facturado cantidades que "están por debajo de los porcentajes medios para proyectos similares en otros países".
  • Además, considerando que facturaba como arquitecto y como ingeniero, "los importes son incluso modestos", según Calatrava.
  • "Todas las obras se han ajustado escrupulosamente a la normativa".
Vista general de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Aunque el complejo tenía un presupuesto inicial de 308 millones de euros, el Gobierno de Francisco Camps terminó desembolsando 1281 millones de euros, lo que supone un gasto extra de casi 1.000 millones.
Vista general de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Aunque el complejo tenía un presupuesto inicial de 308 millones de euros, el Gobierno de Francisco Camps terminó desembolsando 1281 millones de euros, lo que supone un gasto extra de casi 1.000 millones.
Toni Albir / EFE
Vista general de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Aunque el complejo tenía un presupuesto inicial de 308 millones de euros, el Gobierno de Francisco Camps terminó desembolsando 1281 millones de euros, lo que supone un gasto extra de casi 1.000 millones.

El estudio del arquitecto valenciano Santiago Calatrava ha señalado, respecto a las críticas lanzadas por el grupo de EUPV en las Corts respecto al coste de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (94 millones de euros en honorarios de Calatrava y 1.103 millones de euros el coste total de la obra), que en todas las obras encargadas ha facturado cantidades que "están por debajo de los porcentajes medios para proyectos similares en otros países" y, además, considerando que facturaba como arquitecto y como ingeniero, "los importes son incluso modestos".

El estudio del autor valenciano en Zurich ha hecho público este martes un comunicado en el que responde a las críticas de los parlamentarios de Esquerra Unida Ignacio Blanco y Marina Albiol. En este escrito, se recuerda que Santiago Calatrava "ha realizado proyectos en la Comunitat Valenciana durante más de 20 años, encargados por diferentes gobiernos autonómicos de diferente signo político".

"En algunas de estas obras —prosigue—, que ocupan un lugar preferente en la arquitectura mundial por su calidad técnica y artística, está siendo injustamente criticada la labor del arquitecto y sus colaboradores, a pesar de que todas las decisiones, desde el propio encargo inicial hasta el último de los detalles de construcción y el presupuesto asignado, son tomadas única y exclusivamente por el cliente, Ciudad de las Artes y las Ciencias SA (CACSA) y la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), para Valencia y Castellón respectivamente".

Respecto al proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, defiende que "ha sido ejecutado correctamente, tanto desde el punto de vista técnico como ético". "Todas y cada una de las obras se han ajustado escrupulosamente a la normativa vigente, cumpliendo todas las obligaciones que afectan al arquitecto y su equipo técnico, que en un 95% ha estado compuesto por empresas y personas españolas", subraya.

Asimismo, sostiene que las cantidades percibidas están "por debajo de los porcentajes medios para proyectos similares en otros países" y recalca que dichas cuantías "incluyen el pago a trabajadores, autónomos y empresas de ingeniería, diseño, acústica, etc. que complementan la labor del arquitecto realizando estudios, cálculos y diseños para completar el encargo del cliente en cada caso". "Como no puede ser de otra manera, todos los importes facturados cumplen con rigor la normativa vigente en cuanto a obligaciones tributarias nacionales e internacionales", agrega.

Aunque el importe final del proyecto completo —que en caso de la Ciudad de las Artes y las Ciencias pasó de tres a siete construcciones, incide— y el propio coste de cada edificio son decisión exclusiva del cliente, Calatrava aporta una serie de datos con el fin de "facilitar la comprensión del incremento del coste final".

Así, en el caso del proyecto global de la Ciudad de las Artes y las Ciencias señala que en 1991 se encarga esta obra a Santiago Calatrava, compuesta inicialmente por tres edificios: el Planetario, el Museo de las Ciencias y la Torre de Telecomunicaciones. Este complejo de tres edificios tenía un coste previsto de 300 millones de euros.

En 1996, el gobierno autonómico, además de cambiar la Torre de Telecomunicaciones por una Ópera (Palau de les Arts) amplía el proyecto con nuevas obras y edificios: el aparcamiento, la estación de autobuses, el umbráculo, dos puentes (según se explica a continuación) y los jardines y paisaje urbanístico, que son construcciones no contempladas inicialmente y que suponen un coste adicional de 800 millones de euros. El Ágora se encarga en 2005.

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