La última actuación en este centro fue en 1992: «Entonces pusieron nueva solería, pero desde entonces no contamos para nada para la Delegación». Según les comunicó este organismo, las obras se harían este verano, «pero parece ser que no están ni adjudicadas ni el presupuesto está aprobado», señala Espada. Desde 20 minutos se intentó confirmar esto con la Delegación, pero fue imposible contactar con ellos.

Peligro por goteras

Pero no es la uralita el único problema a la hora de dar clase a los 600 alumnos. Los días de lluvia, los suelos de las aulas acaban anegados por las goteras: «Tenemos que tapar los ordenadores con plásticos, un día va a pasar algo grave como se mojen», lamenta Maximiliano Domingo, profesor de dibujo. «Además los bajantes de las aulas rebosan encharcándolo todo. Es muy peligroso», añade el vicedirector, Antonio Arena.

No hay alarma contra incendios

Con 36 años, el IES Arenal intenta adaptarse a los nuevos tiempos, pero aún hay muchas carencias. «Las próximas obras serán para mejorar instalaciones y cerramientos. Y nos hace falta un sistema de detección contra incendios», dice el director. Tampoco funciona el sistema de refrigeración y calefacción, con lo que «en verano las clases son un horno y en invierno, una nevera».