Argentina afronta una huelga de transportes que amenaza con desabastecer el país

  • Los camioneros han dejado de trasladar caudales y hay problemas de dinero en cajeros automáticos del país.
  • No descartan extender la huelga a otros sectores.
  • El paro se convocó de manera repentina por 24 horas aunque el gremio contempla la opción de ampliarlo a 48 o 72 horas.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
Lorenzo Tarditti / EFE
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Argentina experimenta problemas de dinero en cajeros de varios puntos del país a causa de una huelga de camioneros declarada el jueves en la que los trabajadores reclaman una subida salarial para los empleados del gremio.

El paro, que en un principio estaba previsto de 24 horas, afecta al transporte de caudales en todo el país, aunque el secretario adjunto del sindicato que representa a los camioneros, Pablo Moyano, no descarta ampliarlo a otros ámbitos como el combustible o los productos básicos, según declaraba a la prensa argentina.

El paro fue convocado de forma repentina, lo que provocó que muchos argentinos se dirigieran a los cajeros a sacar dinero ante la previsión de un fin de semana sin poder hacerlo en el que, además, se celebra el Día del Padre en el país, que tendrá lugar este domingo. De esta forma, a la falta de nuevas recargas en los cajeros, se le suma un número de extracciones que supera el habitual.

Capacidad para paralizar un país

Los camioneros contemplan la posibilidad de alargar el paro más de las 24 horas previstas en un principio y, de extenderse a otros ámbitos, podrían producirse problemas en el abastecimiento general del país, dado que gran parte de los productos se transportan a través de camiones desde que en la década de los 90 el expresidente Menem privatizara los transportes y dejara en una complicada situación a los ferrocarriles.

Desde la privatización de los transportes, el gremio de los camioneros fue cogiendo fuerza y, dado que son los responsables del transporte de servicios básicos, dinero y combustible en casi todo el país, el Gobierno ha acostumbrado a acceder a sus peticiones, algo que no ha ocurrido en esta ocasión.

Además de la mejora salarial, el sindicato de camioneros protesta contra el impuesto a las ganancias, que deja en el Estado un porcentaje de los ingresos del sector.

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