El presidente de EEUU, George W. Bush, en el discurso de a la nación sobre la conmemoración de los atentados del 11-S asegura que "nos encontramos en una guerra que fijará el rumbo de este siglo y decidirá el destino de millones".

Bush hace hincapié en especial en el hecho de que la amenaza terrorista continúa y la lucha contra este fenómeno "no ha acabado".

La guerra contra el terrorismo, afirma el mandatario, es "una lucha por la civilización", en la que "estamos combatiendo por mantener el estilo de vida del que disfrutan los países libres".

El presidente lanza un llamamiento a la unidad de los estadounidenses, a los que recuerda que "tenemos un camino difícil por delante".

Llamamiento a la unidad

"Ganar esta guerra requerirá los esfuerzos decididos de un país al unísono", explica el presidente, que insta a "dejar de lado nuestras diferencias, y colaborar para superar la prueba que la historia nos ha dado".

El llamamiento a la unidad tiene lugar cuando una encuesta difundida por la cadena CNN afirma que la cifra de estadounidenses que culpa al Gobierno del presidente George W. Bush por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, ha subido del 30 a casi el 50 % en cuatro años.

"Derrotaremos a nuestros enemigos, protegeremos a nuestro pueblo y llevaremos el siglo XXI a una era brillante de libertad humana", asegura el presidente.

Actos conmemorativos

Con motivo del quinto aniversario de los atentados que causaron la muerte a cerca de 3.000 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania, Bush participó en sendos actos conmemorativos en cada uno de esos lugares en recuerdo de las víctimas.

El mandatario comenzó la jornada en Nueva York junto a la primera dama, Laura Bush, reuniéndose con las fuerzas de seguridad y voluntarios que acudieron a socorrer a las víctimas tras el atentado.

Tras una breve parada en Shanksville (Pensilvania), el presidente concluyó su periplo en el Pentágono, en las afueras de Washington, para rendir homenaje a los casi 200 militares y civiles muertos cuando un avión se estrelló contra la sede de la Secretaría (ministerio) de Defensa.